Estudio revela que el ritmo de vida moderno podría estar afectando la salud humana

Un nuevo estudio científico advierte que el ser humano podría no estar completamente adaptado al ritmo acelerado y al entorno urbano de la vida moderna. Los investigadores señalan que, a lo largo de millones de años, la biología humana evolucionó en estrecho contacto con la naturaleza, con rutinas que incluían mayor actividad física, descanso regular y menor exposición a estímulos estresantes.

Sin embargo, el estilo de vida actual —marcado por jornadas laborales prolongadas, ruido constante, hiperconectividad y falta de descanso— estaría generando tensiones para las cuales el organismo no está preparado. De acuerdo con los expertos, este desajuste entre nuestra biología y las exigencias cotidianas podría estar relacionado con el aumento de problemas como estrés crónico, fatiga, trastornos del sueño y dificultades reproductivas.

El informe también destaca que la falta de tiempo al aire libre y la disminución del contacto con entornos naturales están impactando la salud mental, especialmente en las generaciones más jóvenes. Los investigadores señalan que la exposición a espacios verdes tiene efectos comprobados en la reducción del estrés, la mejora del estado de ánimo y la regulación de las hormonas relacionadas con el bienestar.

Como respuesta a este escenario, los científicos recomiendan incorporar hábitos más alineados con las necesidades biológicas del cuerpo, tales como caminar con frecuencia, pasar más tiempo en la naturaleza, reducir la exposición a pantallas antes de dormir y recuperar prácticas que favorezcan una mayor conexión con el entorno natural.

Los autores del estudio concluyen que comprender este desajuste entre nuestra evolución y la vida moderna es fundamental para diseñar estrategias de salud pública que promuevan un estilo de vida más equilibrado y saludable para las próximas generaciones.