En los últimos días, una remoción en masa en la zona rural de Rondón obligó a la reubicación de al menos cinco familias, mientras decenas de hectáreas de cultivos quedaron severamente afectadas. El deslizamiento — provocado por intensas lluvias recientes — impactó predios agrícolas y generó alteraciones en la dinámica del terreno, lo que disparó alertas en la comunidad local.
Las familias desalojadas fueron trasladadas por autoridades municipales como medida preventiva, ante el riesgo latente de nuevos movimientos del terreno. Mientras tanto, los campesinos reportan pérdidas en cultivos de subsistencia, lo que compromete su producción y el sustento de sus hogares.
La emergencia también afecta el acceso vial y las rutas internas entre veredas, lo que complica la movilidad y el abastecimiento de insumos básicos para quienes viven en los sectores rurales más aislados.
Las autoridades locales comenzaron a coordinar un plan de evaluación del terreno y censos de daños, con el fin de reconstruir infraestructuras, restablecer la producción agrícola y ofrecer apoyo humanitario a las familias damnificadas. La comunidad permanece en alerta por posibles nuevos deslizamientos, mientras se analiza la viabilidad de medidas de mitigación y reasentamiento.