La más reciente encuesta de Invamer, divulgada a finales de noviembre de 2025, confirma que la aprobación al presidente Gustavo Petro se mantiene baja, mientras persiste un amplio descontento ciudadano respecto al rumbo del país.
Niveles de aprobación y desaprobación
- El respaldo ciudadano a la gestión presidencial alcanzó el 37,7 % en la medición de noviembre de 2025.
- Por el contrario, la desaprobación se ubicó en 56,7 %, aunque esta cifra representa un leve descenso frente a mediciones anteriores.
- En junio de 2025, la encuesta había reportado un panorama más crítico: aprobación de apenas 29 % y desaprobación de 64 %.
- En abril de 2025, la aprobación había repuntado al 37 %, partiendo de un mínimo de 32 % en febrero.
Percepción sobre el rumbo del país y principales preocupaciones
- Según Invamer, cerca del 59,8 % de los encuestados considera que Colombia “va por mal camino”.
- La percepción de que el Estado ha perdido el control territorial frente a grupos criminales asciende a un alarmante 73 %.
- El orden público aparece como la principal preocupación nacional, reflejando la prioridad que los ciudadanos le asignan a la seguridad.
Evolución durante 2025
El año 2025 mostró altibajos en la imagen del mandatario:
- Febrero: aprobación del 32 %, desaprobación del 63 %.
- Abril: leve recuperación hasta 37 % de aprobación.
- Junio: caída abrupta al 29 % de aprobación, con desaprobación en 64 %.
- Agosto: modestísima recuperación, aprobación en 37 %, desaprobación en 58 %.
- Noviembre: ligera alza en aprobación (37,7 %), aunque la desaprobación sigue predominando.
Interpretación del escenario
El 2025 cierra con un panorama de dificultades para el gobierno del presidente Petro: aunque hay momentos de leve recuperación en su aprobación, los datos evidencian un respaldo insuficiente, y un rechazo persistente, sobre todo debido a la preocupación ciudadana por seguridad e inseguridad, y un sentimiento generalizado de que el país se encuentra en un rumbo equivocado.
Estos resultados podrían complicar la estrategia del gobierno de cara a 2026, en un año marcado por elecciones presidenciales, debates sobre políticas sociales y económicas, y crecientes expectativas ciudadanas. El reto de reconquistar la confianza ciudadana parece ser cada vez más exigente.

