Un equipo de biólogos marinos anunció el descubrimiento de una variedad de coral con una resistencia excepcional al aumento de la temperatura del océano, una condición que en los últimos años ha provocado blanqueamientos masivos en arrecifes de todo el mundo. Esta especie, identificada en una zona de aguas cálidas y de alta variabilidad térmica, ha demostrado una capacidad única para mantener sus colores y funciones vitales incluso durante episodios de estrés térmico prolongado.
El hallazgo llega en un momento crítico para los ecosistemas marinos, que enfrentan presiones crecientes debido al calentamiento global y la acidificación del mar. Los arrecifes, considerados «pulmones submarinos», albergan miles de especies y sirven como barrera natural contra tormentas, además de sustentar actividades económicas como la pesca y el turismo.
Los investigadores observaron que este coral posee una simbiosis más estable con sus microalgas internas, un factor clave que le permite tolerar temperaturas elevadas sin perder su capacidad de fotosíntesis. Esta característica lo convierte en un candidato ideal para proyectos de restauración, especialmente en áreas donde los corales tradicionales han sufrido pérdidas graves.
Durante las pruebas iniciales, fragmentos de este coral fueron cultivados en viveros marinos y posteriormente trasladados a zonas afectadas. Los resultados han sido prometedores: las muestras se adaptaron con rapidez, mostraron tasas de supervivencia superiores y mantuvieron un crecimiento constante incluso bajo condiciones de calor extremo.
Expertos en conservación destacan que este descubrimiento podría transformar los programas de recuperación de arrecifes en países tropicales, ya que permitiría repoblar zonas devastadas con especies más resilientes al clima actual. Sin embargo, subrayan que esta solución, aunque valiosa, no reemplaza la necesidad de reducir emisiones y proteger los océanos de la contaminación.
El avance ofrece un rayo de esperanza para uno de los ecosistemas más amenazados del planeta y abre la puerta a nuevas estrategias de conservación marina que integren ciencia, restauración y adaptación climática.