Ingredientes
- 6 tomates maduros grandes
- 1 cebolla blanca picada
- 2 dientes de ajo
- 2 cucharadas de <u>aceite de oliva</u>
- 3 tazas de agua o caldo de verduras
- 1 cucharadita de <u>albahaca</u> seca o un puñado de albahaca fresca
- Sal al gusto
- Pimienta al gusto
- (Opcional) 1 cucharada de crema de leche
- (Opcional) Crutones para servir
Preparación
La sopa de tomate casera es una preparación reconfortante, ligera y muy aromática. Su sabor depende de la calidad de los tomates y del uso de <u>albahaca</u>, que aporta un aroma fresco e inconfundible. El resultado es una sopa suave y perfecta para cualquier momento.
Comienza lavando bien los tomates y realizando un corte en forma de cruz en la base. Llévalos a una olla con agua hirviendo durante un minuto y luego pásalos inmediatamente a agua fría. Este proceso facilita retirar la piel. Una vez pelados, córtalos en trozos grandes.
En otra olla, calienta las dos cucharadas de <u>aceite de oliva</u> a fuego medio. Agrega la cebolla picada y sofríe hasta que esté transparente. Añade los dientes de ajo picados y cocina por unos segundos, cuidando que no se quemen, ya que el ajo tostado puede amargar la preparación.
Incorpora los tomates troceados y mezcla bien para que se integren con la cebolla y el ajo. Agrega las tres tazas de agua o caldo y deja que la mezcla hierva suavemente durante unos 10–12 minutos. Cuando los tomates estén completamente blandos, añade la <u>albahaca</u> y rectifica la sal y pimienta.
Retira la sopa del fuego y licúa todo hasta obtener una textura suave y homogénea. Si deseas una consistencia más cremosa, agrega una cucharada de crema de leche. Regresa la sopa a la olla y caliéntala unos minutos adicionales.
Sirve caliente, acompañada de crutones o un chorrito extra de aceite de oliva. Es una receta sencilla pero llena de sabor.

