Con resultados visibles en el fortalecimiento económico, social y ambiental de comunidades rurales, ONU Mujeres presentó los logros del proyecto Raíces, una estrategia de cooperación internacional que busca sembrar desarrollo y autonomía en las mujeres del Pacífico y la cordillera nariñense.
La iniciativa, ejecutada en alianza con la Agencia de Cooperación Internacional de Corea (KOICA), el Gobierno de Colombia, el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) y la Asociación Colombiana de Pequeñas y Medianas Industrias (ACOPI) seccional Nariño, tuvo como eje principal el impulso del liderazgo productivo y la generación de ingresos sostenibles para mujeres y jóvenes rurales.
Beneficios
Dentro del proyecto, ACOPI Nariño lideró el programa “Mejoramiento de ingresos de las mujeres y las jóvenes rurales vinculadas a la producción de piangua”, un componente que benefició directamente a 15 asociaciones productivas dedicadas a actividades como la piangua, el cacao, el café, la cría de cerdos y cuyes, la producción de tilapia, el cultivo de limón, la comercialización de huevos y el bananito.
Durante los meses de implementación se llevaron a cabo más de 45 jornadas de formación y 150 visitas técnicas a cultivos, granjas y centros de producción, con el fin de atender las necesidades particulares de cada organización. Estas acciones estuvieron orientadas al fortalecimiento técnico, ambiental, social, inclusivo y comercial de las participantes.
Alianzas
Gracias a las alianzas estratégicas con el Sena y Agrosavia, las mujeres adquirieron conocimientos en buenas prácticas agropecuarias, seguridad laboral, manejo sostenible de recursos naturales y conservación ambiental. De esta forma, las organizaciones lograron optimizar sus procesos, reducir riesgos productivos y adoptar métodos más eficientes para mejorar su competitividad.
El proyecto también incluyó la entrega de activos productivos, herramientas de gestión y acompañamiento técnico continuo, elementos que fortalecieron la autonomía y la sostenibilidad de los emprendimientos. “El Proyecto Raíces ha sido una gran puerta para visibilizar nuestros productos y mostrar todo lo que se está haciendo en el territorio”, señaló Ingrid Ampudia, representante legal de la Asociación Chocopimienta, quien destacó que la experiencia ha permitido que las mujeres se reconozcan como agentes de transformación en sus comunidades. Por su parte, Judith Rodríguez, integrante de la Asociación Afromuvaras, resaltó que el proyecto le ha permitido a su organización construir lazos solidarios y abrir espacios de comercialización. “Ser parte de Afromuvaras y del Proyecto Raíces significa conocer nuevas aliadas, presentar nuestros productos en distintos espacios y sumarnos a un proceso de transformación del territorio”, afirmó.
