Un violento intento de hurto a una joyería en un centro comercial de Bucaramanga acabó en tragedia la tarde del sábado 29 de noviembre de 2025. Hacia las 2:00 p. m., un grupo de delincuentes ingresó al Centro Comercial Cuarta Etapa — ubicado en el barrio Cabecera del Llano — con la intención de robar la joyería Joyería Caracas, situada en el cuarto piso del establecimiento.
Intervención policial y tiroteo
Según la versión oficial, los delincuentes lograron entrar, tomaron una bolsa con joyas y pretendían fugarse, cuando se toparon con un agente de la SIJIN que estaba de civil realizando compras. Al percatarse del hurto, él alertó a las autoridades, lo cual desencadenó un enfrentamiento armado.
Sobrevino un intercambio de disparos dentro del centro comercial, en medio del cual quedaron dos personas muertas: un presunto ladrón y el subintendente Fredy Francisco Leal Briceño, quien trató de impedir el asalto.
Además de los fallecidos, las autoridades capturaron a cinco personas — tres hombres y dos mujeres — presuntamente vinculadas a la banda delincuencial. También se incautaron tres armas de fuego en la operación.
Investigación preliminar y contexto del operativo
Según la investigación preliminar, los capturados habrían llegado desde la ciudad de Barranquilla para cometer el robo. Las autoridades no descartan la participación de más personas en la estructura delictiva.
Tras los hechos, la Alcaldía de Bucaramanga y la Gobernación de Santander ofrecieron una recompensa de hasta 100 millones de pesos
De igual manera, las autoridades hallaron un vehículo vinculado con los capturados en un barrio de la ciudad (Girardot), y revisan cámaras de seguridad y testimonios del personal del centro comercial para avanzar en las investigaciones. También anunciaron un refuerzo en la seguridad de centros comerciales para prevenir nuevos hechos de este tipo.
Reacciones y ambiente de zozobra
Testigos describieron momentos de pánico: visitantes y trabajadores se tiraron al piso, se refugiaron en locales o baños, mientras se escuchaban continuos disparos. La balacera generó angustia y conmoción, sobre todo en una jornada comercial en la que habrían familias completas dentro del centro comercial.
El hecho revive el debate sobre la seguridad en espacios públicos y centros comerciales en Bucaramanga, y genera cuestionamientos sobre la forma en que operan bandas criminales que aparentemente se movilizan desde otras regiones del país.