Resumen: El expresidente Álvaro Uribe Vélez rompió un largo silencio mediático y concedió una extensa entrevista al director de SEMANA, Yesid Lancheros, publicada en la edición de portada del 29–30 de noviembre de 2025. En casi dos horas de diálogo Uribe abordó desde su vida personal hasta la estrategia política para 2026, pasando por duros ataques contra el gobierno de Gustavo Petro y advertencias sobre la posible llegada de Iván Cepeda al poder. La entrevista incluye lo que SEMANA sintetizó como “15 frases reveladoras” sobre Petro, Cepeda y el rumbo del país.
Qué dijo Uribe y por qué importa
En la conversación —su primera entrevista a un medio nacional en más de tres años— Uribe dejó mensajes claros sobre la contienda de 2026: pidió una gran coalición de la derecha para ganar las elecciones (“Tenemos que ganar las elecciones”) y advirtió que un triunfo de Iván Cepeda traería la “destrucción democrática de Colombia”, una frase con la que buscó subrayar el carácter decisivo que, a su juicio, tendrá la próxima elección. Estas afirmaciones marcan la línea política que propone el Centro Democrático y el uribismo para la campaña entrante.
Además de la advertencia sobre Cepeda, Uribe dedicó frases duras a Gustavo Petro y al Gobierno actual: cuestionó reformas, políticas económicas y su visión sobre seguridad y orden público, y pidió —directa o indirectamente— articular a distintos sectores de la oposición para frenar lo que calificó como un deterioro institucional. SEMANA registró esas críticas como parte de las “15 frases reveladoras” que resumen su posición política actual.
Por otro lado, la entrevista no fue sólo confrontación política: Uribe también habló de su vida personal —mencionó a su esposa Lina Moreno con elogios y contó por qué decidió volver a hablar públicamente— y se refirió en términos distintos a algunos actores (por ejemplo, dijo que respetaba a la vicepresidenta Francia Márquez y que le gustaría conversar con ella). Es decir, la entrevista mezcla estrategia política, reclamos y matices personales.
Contexto político y judicial que rodea la entrevista
La reapertura pública de Uribe ocurre en un momento político complejo para la derecha colombiana. En 2024–2025 el exmandatario vivió un proceso judicial que lo mantuvo lejos de los micrófonos; su regreso mediático se produce cuando el panorama electoral empieza a delimitar candidaturas y alianzas para 2026. SEMANA destaca el retorno de Uribe a la escena pública y su interés en influir en la unidad opositora.
Al mismo tiempo, la esfera pública se ha visto afectada por novedades judiciales relacionadas con su entorno familiar: recientemente, un tribunal condenó a Santiago Uribe —hermano del expresidente— a 28 años de prisión por vínculos con grupos paramilitares, una decisión que ha reavivado críticas y argumentos en contra del uribismo y que, según analistas y cobertura internacional, puede convertirse en un lastre electoral para la coalición conservadora. Ese fallo y su repercusión pública ayudan a explicar por qué Uribe busca reforzar la narrativa sobre amenazas pol&i acute;ticas y la necesidad de unidad en la derecha.
Los analistas señalan que la entrevista tiene doble objetivo: 1) movilizar y cohesionar a la base uribista y a sectores conservadores en torno a la idea de que las elecciones de 2026 son decisivas para evitar cambios que, según Uribe, afectarían la institucionalidad; y 2) reposicionar su voz como referente de la coalición opositora después de años de menor exposición pública. La campaña de ideas que propone Uribe apunta tanto a líderes de centro-derecha como a figuras más a la derecha, intentando ampliar la base de apoyo.
Reacciones y posibles impactos
- En el uribismo: la entrevista sirve como señal de que la cúpula del Centro Democrático busca articular candidatos y estrategias para la consulta interna y la coalición amplia que Uribe propone.
- En la izquierda y el petrismo: las advertencias de Uribe sobre Cepeda y Petro fueron respondidas por dirigentes de la oposición, que ven en estas declaraciones un intento por polarizar la agenda política y centrar la campaña en discursos de seguridad y orden público.
- En la opinión pública: la entrevista llegó en un momento sensible por las decisiones de justicia sobre miembros de la familia Uribe y por la fragmentación del tablero electoral de centro y derecha; por eso, algunos comentaristas consideran que las frases de Uribe buscan, además, contrarrestar el impacto negativo de esas noticias.
Lo que sigue: 2026 en el horizonte
Uribe dejó claro que para 2026 su prioridad es que la oposición gane y —a su juicio— evite lo que llamó riesgos para la “democracia” si ciertas fuerzas llegaran al poder. La tarea práctica que plantea pasa por construir consensos entre figuras tan distintas como Sergio Fajardo, candidatos del uribismo tradicional y líderes conservadores; esto implicará negociación interna, encuestas y consultas (el Centro Democrático ya ha señalado mecanismos para elegir candidatos). La capacidad de esa coalición para presentar una alternativa cohesiva será definitoria para el resultado electoral.

