Desde hace 36 años, Coagropacífico, una cooperativa de pequeños productores de Tumaco dedicada a la comercialización y transformación de productos agrícolas, especialmente coco y cacao, se ha consolidado como uno de los motores ambientales y sociales más firmes de la región.
Lo que inició como una apuesta por comercializar estos dos productos se convirtió con el tiempo en una respuesta concreta para dos desafíos urgentes: la contaminación del mar y de los ríos, y la falta de oportunidades para las comunidades rurales y urbanas del municipio, precisó Lina Marcela Ibargüen, apoyo comercial de la planta de transformación de estopa de coco de Coagropacífico.
La planta, ubicada en el barrio La Florida de Tumaco, recibe toneladas de estopa de coco: una fibra natural extraída de la cáscara del fruto y recolectada por los mismos agricultores. Las embarcaciones llegan al muelle desde distintas veredas, llenas de costales que pesan menos por la fibra que contienen y más por las oportunidades que representan para quienes, en esta labor, han encontrado un camino distinto al que históricamente se les impuso.