Encuentro de la Red Nacional de Observatorios de Cultura en Pasto

  • A partir del 18 de noviembre de 2025 inició en Pasto el II Encuentro de la Red Nacional de Observatorios de Cultura, un evento que convoca a 15 observatorios de diferentes regiones del país, incluyendo institucionales, académicos y comunitarios.
  • Está organizado por el Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes junto con la Secretaría de Cultura de Pasto.
  • El propósito del encuentro es fortalecer la red como un espacio de articulación colaborativa para compartir metodologías, conocimientos y herramientas de investigación cultural. La meta es que esos insumos influyan en la toma de decisiones públicas, reconozcan la diversidad cultural del país y promuevan las economías culturales, populares y comunitarias.
  • Durante los tres días del evento habrá seis mesas de trabajo con temas como: investigación y gestión de recursos, medición de impacto en políticas públicas, pedagogía cultural, alianzas estratégicas, comunicaciones y fortalecimiento interno de la red.
  • Para cerrar el encuentro se han programado actividades muy simbólicas: un recorrido a la Laguna de La Cocha para reconocer procesos campesinos e indígenas, una visita al Museo del Carnaval (Centro Cultural Pandiaco), y el lanzamiento protocolario de la Red Nacional.
  • Además, se va a lanzar la revista Faro No. 14, con un enfoque en la “Cultura Festiva en Colombia”. Esta publicación es muy colaborativa: han participado comunidades, sabedores, antropólogos, artistas, gestores culturales, y más de 200 procesos comunitarios para producir sus contenidos.
  • El lanzamiento de esta revista será el 20 de noviembre, en el Museo del Carnaval.

Por qué es importante: este tipo de encuentros refuerzan la visibilidad de las culturas locales, conectan iniciativas de base (comunitarias) con el Estado, y pueden generar rutas para políticas culturales más inclusivas. También es clave para potenciar las economías culturales en Nariño.

Por qué es significativo: Este proyecto no solo protege manifestaciones culturales (como el barniz de Pasto), sino que también crea un modelo productivo que puede transformar la vida de muchos jóvenes y artesanos, fortalecer identidades locales y dinamizar la economía cultural con respeto por el patrimonio.