El 12 de noviembre de 2025, una jueza de Bogotá dictó prisión preventiva en contra de Ricardo Rafael González Castro, el segundo implicado en el asesinato de Jaime Esteban Moreno, un estudiante de la Universidad de Los Andes que falleció tras una brutal golpiza la madrugada del 31 de octubre. González había permanecido varios días prófugo antes de entregarse voluntariamente a las autoridades en Cartagena.
Antecedentes del caso
- Jaime Esteban Moreno, de 20 años, asistió a una fiesta de Halloween en un local nocturno en Bogotá, y al salir fue atacado por al menos dos personas.
- La Fiscalía identificó a dos presuntos agresores: Juan Carlos Suárez Ortiz, capturado la misma noche de los hechos, y Ricardo González Castro, quien apareció en videos de cámaras de seguridad con una máscara de conejo.
- Según la Fiscalía, González podría haber sido “quien dio el golpe que deja inconsciente” a Moreno.
Entrega y captura
Ricardo González se entregó el 10 de noviembre de 2025 ante la Fiscalía General Seccional de Cartagena. En su audiencia, no aceptó los cargos imputados por homicidio agravado.
Audiencia y medida de aseguramiento
Durante la audiencia para definir su medida de aseguramiento, se examinaron pruebas clave:
- La Fiscalía argumentó que existe riesgo de fuga, dadas las circunstancias del caso y la gravedad del ataque.
- Además, la fiscal expuso una posible motivación subyacente al ataque: aunque se ha hablado de una mujer que habría denunciado violencia sexual por parte de Moreno, la investigación no ha podido verificar esos hechos en videos ni con testimonios. Para la Fiscalía, lo que ocurrió fue algo mucho más grave: “no era un asunto de golpearlo para que no lo vuelva a hacer … sino un asunto de acabar con él”.
- En la audiencia, la jueza llamó la atención a González por mostrar distracción durante la lectura de sus derechos, una actitud que fue señalada por la togada como poco apropiada.
Perfil de González y su vida antes del crimen
- Ricardo González, de 22 o 23 años según varias fuentes, era oriundo de Cartagena .loading...
- Tras el homicidio, fue rastreado por cámaras de seguridad hasta su lugar de trabajo en Bogotá, en un puesto de venta de perros calientes en el sector de San Victorino.
- Según un testigo, en el momento en que volvió a su puesto después del ataque tenía raspones en brazos y dedos, y comentó que había tenido una pelea esa madrugada.
- Su exjefe declaró ante la Fiscalía que lo había visto llorando con un celular en la mano, y que González le mostró una foto con otros capturados, admitiendo que estaba enterado de que lo estaban buscando.
Perspectiva jurídica
- La Fiscalía le imputó el delito de homicidio agravado en modalidad dolosa, lo que sugiere que consideran que hubo intención clara de causar daño grave.
- El proceso judicial contra González continuará mientras se adelanta la investigación y el juicio correspondiente.
Repercusiones sociales
El caso ha generado gran conmoción en Colombia, no solo por la violencia del hecho, sino por su contexto: un estudiante universitario, una fiesta de Halloween y la participación de jóvenes con roles inesperados (como comerciales en la calle). Además, se ha abierto el debate sobre seguridad, control social y responsabilidad individual en hechos de violencia colectiva.

