Por: Carlos Eduardo Lagos Campos
La controversia sobre la soberanía de la Isla Santa Rosa, ubicada en el río Amazonas en la triple frontera entre Colombia, Perú y Brasil, ha resurgido en los últimos dos años. Este conflicto, centrado en una isla formada por sedimentación en la década de 1960, debe analizarse a la luz del Tratado Salomón-Lozano de 1922 y el Protocolo de Río de Janeiro de 1934, buscando soluciones pacíficas que eviten repetir las tensiones del pasado, como el Conflicto de Leticia (1932-1933).
Contexto Histórico
Las disputas territoriales entre Colombia y Perú en la Amazonía datan del siglo XIX, tras la disolución de la Gran Colombia. El Tratado Salomón-Lozano de 1922 otorgó a Colombia el Trapecio Amazónico, incluyendo Leticia, mientras Perú recibió el Triángulo de San Miguel-Sucumbíos. Sin embargo, la cesión de Leticia generó descontento en Perú, desencadenando el Conflicto de Leticia, resuelto mediante el Protocolo de Río de Janeiro de 1934, que ratificó el tratado y promovió la solución pacífica de futuras controversias. Este episodio subraya la importancia de evitar escaladas armadas.
Análisis Jurídico
La Isla Santa Rosa, inexistente al firmarse el Tratado Salomón-Lozano, no fue asignada a ningún país. El tratado establece que la frontera sigue el thalweg (canal más profundo) del Amazonas. Perú argumenta que Santa Rosa es una extensión de la isla Chinería, bajo su control desde los años 70, respaldado por la creación del distrito de Santa Rosa de Loreto en 2024. Colombia, por su parte, sostiene que el estatus de la isla requiere un acuerdo bilateral, ya que su formación posterior a 1929 no está cubierta por los tratados. La Cancillería colombiana ha rechazado las acciones unilaterales de Perú, invocando el Protocolo de Río de Janeiro.
El principio del thalweg implica que los cambios naturales en el río no alteran la soberanía sin acuerdo mutuo. La creación del distrito peruano y las recientes declaraciones del presidente Gustavo Petro, acusando a Perú de “copar territorio colombiano”, han elevado las tensiones, recordando la necesidad de priorizar el diálogo.
Propuestas de Solución
Para evitar repetir la historia de guerra y tensiones, ambos países deben reactivar la Comisión Mixta Permanente de Inspección de la Frontera Colombo-Peruana (COMPERIF), programada para septiembre de 2025 en Lima. Soluciones técnicas, como el dragado del Amazonas (implementado por Brasil), podrían garantizar la navegabilidad y el acceso de Leticia al río, preservando los intereses de los dos países. Acuerdos bilaterales sobre islas emergentes, como la isla Ronda, son otra alternativa viable.
La disputa por Santa Rosa debe resolverse mediante un diálogo técnico, respetando los tratados de 1922 y 1934. La COMPERIF es la plataforma ideal para analizar el thalweg y proponer soluciones. Sin embargo, el riesgo de instrumentalizar el conflicto con fines electorales, en un contexto de baja popularidad de Petro y elecciones en 2026, amenaza la estabilidad. La Amazonía, que es un patrimonio compartido, merece soluciones basadas en la razón y el derecho y no en el nacionalismo exacerbado.