Este 5 de noviembre se conmemora el Día Mundial del Idioma Romaní, una efeméride proclamada por la UNESCO en 2015 con el propósito de preservar esta lengua ancestral y visibilizar la riqueza cultural del pueblo gitano. La fecha busca fomentar la inclusión, el respeto por la diversidad lingüística y el reconocimiento de una identidad que ha sido históricamente marginada.

Un idioma con raíces milenarias
El Romaní —también conocido como Romani chib— es una lengua indoeuropea originaria del noroeste de la antigua India y el centro de Pakistán. Su evolución ha estado marcada por migraciones constantes, lo que ha enriquecido su léxico con influencias de múltiples lenguas. Actualmente, se estima que cuenta con unas 33.000 palabras y se divide en siete grupos principales de dialectos: balcánico, báltico, cárpato, kalo-finés, sinte, valaco y galés.
Estudios lingüísticos lo vinculan con los dialectos prácritos relacionados con el sánscrito clásico, hablados entre los años 500 a.C. y 1000 d.C. Esta conexión lo convierte en una verdadera cáp sula del tiempo, que conserva elementos de una historia milenaria.
Una proclamación con historia
La decisión de establecer esta fecha tiene como antecedente la conferencia celebrada en Zagreb el 5 de noviembre de 2009. En ese encuentro participaron lingüistas, maestros y representantes de entidades gitanas, quienes impulsaron el reconocimiento oficial del idioma romaní en los estados europeos. Fue allí donde se propuso instaurar el Día Mundial del Idioma Romaní como símbolo de resistencia y reivindicación.
Preservar para incluir
A pesar de su riqueza, el idioma romaní enfrenta serios riesgos de desaparición. La UNESCO ha instado a los Estados Miembros a apoyar su enseñanza, especialmente entre niños romaníes, para quienes representa su lengua materna. Esta labor forma parte de un esfuerzo más amplio por combatir la discriminación y promover el desarrollo social del pueblo gitano.
Un mensaje para Colombia y el mundo
Aunque el idioma romaní no es común en Colombia, su celebración nos invita a reflexionar sobre la importancia de proteger todas las lenguas minoritarias. Cada idioma es una expresión única de pensamiento, historia y comunidad. Reconocerlos es también reconocer los derechos de quienes los hablan.
Este 5 de noviembre, el Día Mundial del Idioma Romaní nos recuerda que la diversidad lingüística es una fuente de fortaleza. Y que preservar una lengua es también preservar una forma de ver el mundo.
