Hombre pierde la mitad del rostro y logra reconstrucción con prótesis 3D del NHS

Un ciclista británico de 75 años, Dave Richards, vivió un giro dramático en su vida cuando fue arrollado por un conductor ebrio en julio de 2021 mientras pedaleaba en las afueras de Mere, en el suroeste de Inglaterra.
El impacto fue devastador: múltiples fracturas, quemaduras de tercer grado en el rostro y la pérdida del ojo izquierdo.
Durante su larga recuperación en el hospital Bristol Royal Infirmary, entró en contacto con el nuevo centro especializado en tecnología 3D del NHS, el primer “Centro Médico 3D” de su tipo en el Reino Unido.
Allí, tras un proceso de escaneo facial, modelado digital e impresión con materiales biocompatibles, le fabricaron una prótesis personalizada que cubre la parte dañada de su rostro, simulando piel, textura, tono y color con gran precisión.
Para Richards, el resultado fue más que estético: “No es solo estético, me devolvió la confianza, la capacidad de mirar a la gente a los ojos sin sentirme observado”.
El procedimiento abre un camino prometedor en la medicina reconstructiva: gracias al escaneo y la impresión 3D, los especialistas pueden ajustar la prótesis conforme el paciente sana, modificar diseños y mejorar el encaje.
A pesar de las secuelas, Richards decidió no dejarse definir por el accidente. Apenas cinco meses después volvió a entrenar en bicicleta estática y hoy ya sale nuevamente al aire libre con precaución.
El conductor responsable fue condenado a tres años de prisión y siete años sin poder conducir, aunque fue liberado tras cumplir parte de la sentencia —algo que Richards considera injusto.
Esta historia no solo es testimonio de coraje, sino también un hito tecnológico: la prótesis facial impresa en 3D podría transformar la manera de abordar lesiones severas en el rostro y brindar esperanza a personas que padecieron daños irreparables.