Pasto, una ciudad que por décadas ha convivido con redes de alcantarillado envejecidas y sistemas de saneamiento sobrecargados, está a punto de dar un salto histórico. El Gobierno Nacional, a través del Documento CONPES 4165, aprobó más de 40 mil millones de pesos destinados exclusivamente a fortalecer la infraestructura sanitaria del municipio.
El anuncio llega tras una intensa gestión técnica y política liderada por el alcalde de Pasto Nicolás Toro y el gerente de Empopasto, Neyip Javier Oñate Paz, quienes durante meses trabajaron de la mano con los ministerios de Hacienda, Vivienda y Planeación Nacional para incluir a Pasto dentro de los municipios prioritarios en inversión de agua potable y saneamiento básico.
Este es un logro colectivo que marcará un antes y un después para la salud pública y la sostenibilidad ambiental de Pasto”. Los recursos se destinarán a modernizar redes de alcantarillado, mejorar plantas de tratamiento de aguas residuales y reducir los riesgos de contaminación en fuentes hídricas, especialmente en zonas de alta vulnerabilidad.
La aprobación del CONPES no solo representa una inyección financiera sin precedentes, sino una decisión estratégica de futuro. En una ciudad donde cada temporada de lluvias genera desbordamientos e impactos sanitarios, estas obras significan salud, dignidad y desarrollo.
Sin embargo, el reto apenas comienza. La ejecución transparente y eficiente de los recursos será clave para garantizar que las promesas se traduzcan en resultados tangibles. “La ciudadanía debe ser parte del control social. Esta inversión no puede quedarse en el papel”, advierten expertos en gestión pública.
El nuevo modelo de planificación permitirá a Empopasto consolidar una red de servicios más moderna y resiliente, alineada con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Además, reducirá las brechas en saneamiento rural, uno de los puntos críticos que afectan la salud y el bienestar de miles de familias.
En momentos en que la sostenibilidad del agua es uno de los mayores desafíos del planeta, Pasto se convierte en ejemplo de gestión eficiente y visión ambiental. La apuesta por un sistema de alcantarillado renovado no es solo una obra pública: es una apuesta por la vida, la salud y el futuro de la ciudad.
El llamado ahora es claro: vigilar, acompañar y defender esta inversión. Porque el cambio que llega con el agua limpia y los ríos sanos, empieza con la participación activa de todos