La Policía Metropolitana de Barranquilla comenzó a investigar la muerte del estudiante de Derecho, Camilo Andrés Garzón Díaz, de 23 años. Camilo falleció tras participar en una pelea de boxeo simulada en una calle del barrio Alto Prado.
Todo empezó cuando Camilo y una joven de 18 años, amiga cercana y también estudiante universitaria, decidieron recrear una pelea de boxeo improvisada. Esta idea surgió, según testigos, luego de ver una velada de boxeo entre influencers que se transmitió en redes sociales la noche anterior.
Durante el juego, la joven golpeó a Camilo en la frente. Él quedó inconsciente en el lugar y fue trasladado de inmediato al hospital, donde los médicos confirmaron su fallecimiento. La Policía capturó a la joven por homicidio culposo. Ella afirmó que solo estaban jugando y no tuvo intención de causar daño.
Este lamentable incidente ha generado un fuerte llamado de las autoridades para que niños, jóvenes y adultos eviten practicar deportes de contacto sin la preparación ni la protección adecuada.
El boxeo y otros deportes similares requieren entrenamiento profesional. Sin supervisión y técnica correcta, pueden provocar accidentes graves. Los expertos insisten en la importancia de aprender bajo la guía de entrenadores certificados. Así, se dominan el movimiento en el ring y la defensa, además de realizar sparring controlado.
Esta tragedia demuestra los peligros de una pelea de boxeo simulada en Barranquilla sin la preparación necesaria. La falta de medidas de seguridad puede traer consecuencias irreversibles para los participantes y sus familias.

