En Colombia, vivir con dolor diario por el trabajo se ha convertido en una realidad silenciosa para millones de personas. Según el Haleon Pain Index, seis de cada diez colombianos reconocen que el malestar físico afecta directamente su rendimiento laboral. Sin embargo, el miedo a ser juzgados o no tomados en serio impide que muchos hablen abiertamente sobre su situación.
El estudio reveló que el 64% de los encuestados en el país tiene dificultades para concentrarse cuando experimenta dolor. A pesar de que el 74% se siente cómodo hablando del tema con compañeros de trabajo, solo el 63% lo hace con sus jefes. Esta falta de comunicación agrava el problema y contribuye al aislamiento.
El dolor diario por el trabajo no solo impacta el cuerpo. En Colombia, el 48% de las personas admite que su bienestar emocional se ve afectado, y el 67% considera que su calidad de vida se deteriora cuando el malestar persiste. La ansiedad, la baja autoestima y los conflictos personales son consecuencias frecuentes.
Uno de los hallazgos más preocupantes es el estigma. El 50% siente que es juzgado por otros al hablar de su dolor, y el 26% prefiere guardar silencio. Además, mujeres, personas racializadas y la comunidad LGBTIQ+ sienten que su dolor no es tomado en serio. En Colombia, el 55% de las mujeres y el 58% de personas LGBTIQ+ temen que se hagan suposiciones injustas sobre su malestar.
Antonio Hernández, presidente de Haleon para Colombia y Perú, advierte: “Todavía existe la idea de que hablar del dolor es una muestra de debilidad, y eso genera aislamiento”. El llamado es claro: necesitamos más empatía, mejores sistemas de atención y un entorno laboral que entienda el dolor como una realidad humana, no como una debilidad.