Carlos Santa María
Las declaraciones del exfiscal General de Colombia, Francisco Barbosa, ligado directamente al ex presidente Álvaro Uribe Vélez y que intentó en una clara actuación política precluir la investigación sobre este durante todo su periodo, cuestionó el fallo en tanto profesor universitario dañando la reputación de la enseñanza superior debido a la superficialidad de sus planteamientos y el odio e impotencia reflejado en sus intervenciones.
Ha planteado que la confrontación aumentará, escondiendo que en su administración el número de personas asesinadas por oponerse al gobierno Duque se cuentan por millares y que siempre desconoció una grave realidad: que Uribe fundó las Convivir como aparato paramilitar, es responsable de los 6402 falsos positivos (donde se hizo pasar a jóvenes inocentes como guerrilleros, eliminándolos), y que tiene a su haber la desaparición misteriosa de todos aquellos que contradicen sus planteamientos.
Los Medios Masivos de Desinformación colombianos han entrevistado a Corina Machado (traidora a la patria en Venezuela), que abogó por la destrucción de su nación con un bloqueo inmisericorde auspiciando el asesinato de Nicolás Maduro y la invasión del país, defendiendo la inocencia de Uribe al igual que Keiko Fujimori.
También se apeló al miedo a Estados Unidos, propio de gente arrodillada, mojigata, sin principios éticos, pues Marco Rubio, secretario de Estado, y Díaz Valart, congresista ligado al intento de golpe de estado a Gustavo Petro por Álvaro Leiva (quien vinculó a Vicki Dávila y otros), manifestaron que condenar a Uribe daría pie a sanciones, similar a la amenaza a Lula da Silva en Brasil por el caso Bolsonaro, en clara injerencia indebida en la soberanía nacional.
Atemorizar al pueblo colombiano es la función de las élites, abriendo la posibilidad de enfrentamientos que ya existen desde hace medio siglo como mínimo y donde la protesta social ha sido reprimida con asesinatos, despojos de tierras, obligación de desplazamiento, con un saldo de más de 100.000 desaparecidos.
La justicia ha condenado a Uribe y deberá ser acatado. La desesperación es mala consejera: conduce al fracaso.
