El 12 de octubre de 2025, autoridades del condado de Hickman, Tennessee, confirmaron que la explosión del viernes en la planta Accurate Energetic Systems, una fábrica de explosivos para minería y demoliciones, cobró la vida de 16 empleados, con cero sobrevivientes en el sitio. El blast, equivalente a 500 kg de TNT según expertos del FBI, creó un cráter de 20 metros de diámetro y lanzó escombros a 2 km, rompiendo ventanas en Centerville, a 10 millas. Testigos describieron un «hongo de humo naranja» visible desde Nashville, 60 millas al este.
La causa preliminar apunta a una reacción en cadena en un almacén de nitrato de amonio, similar al desastre de Beirut en 2020, agravado por protocolos de seguridad laxos. La OSHA investiga violaciones, revelando que la planta operaba sin inspecciones completas desde 2023. Familiares de las víctimas, en una vigilia el sábado, colocaron 16 cruces improvisadas cerca del sitio, ahora acordonado. «Eran padres, hermanos; no héroes de guerra, solo trabajadores», lloró la viuda de un operario. El gobernador Bill Lee declaró emergencia estatal, liberando fondos para reconstrucción y apoyo psicológico.
Este incidente, el peor en la industria de explosivos de EE.UU. desde 2013, ha reavivado debates sobre regulaciones federales, con sindicatos exigiendo cierres temporales. En un detalle escalofriante, sensores detectaron vibraciones sísmicas registradas como un terremoto de 3.2. Residentes reportan PTSD por el eco, mientras expertos advierten de riesgos en 200 plantas similares. El CEO de la compañía emitió disculpas: «Un error trágico que cambia vidas para siempre».

