Este sábado 11 de octubre de 2025, el mundo celebra el Día Internacional del Dulce de Leche, una jornada dedicada a homenajear uno de los productos más queridos de la gastronomía latinoamericana. Reconocido por su textura cremosa, su sabor profundo y su versatilidad en la cocina, el dulce de leche es mucho más que un ingrediente: es una insignia cultural.
Un origen entre mitos y casualidades
La historia más popular sobre su origen sitúa el nacimiento del dulce de leche en Argentina, en 1829. Según relatos, una criada en la estancia de Juan Manuel de Rosas olvidó una mezcla de leche y azúcar sobre el fuego. Al regresar, encontró una pasta espesa y caramelizada que pronto se convirtió en un emblema nacional.
Aunque Uruguay también reclama su autoría, el dulce de leche fue declarado Patrimonio Cultural Alimentario y Gastronómico de Argentina en 1998, año en que se estableció oficialmente el 11 de octubre como su día internacional.
Más que un postre: un símbolo
Desde alfajores y tortas hasta helados y licores, el dulce de leche está presente en miles de recetas. En Argentina, es el cuarto producto lácteo más consumido, después de la leche, el queso y el yogur. Se estima que cada argentino consume más de 3 kilos por año.
Pero su popularidad no se limita a Sudamérica. Hoy se disfruta en todo el mundo, adaptado a distintas tradiciones culinarias. Su sabor evoca recuerdos, une generaciones y despierta pasiones.
Celebrar con sabor
Este día no solo invita a saborear, sino también a compartir. Confiterías, panaderías y cocinas caseras se llenan de preparaciones que combinan tradición e innovación. Desde la clásica tarta de dulce de leche con chocolate hasta versiones veganas y sin azúcar, hay opciones para todos los gustos.
El Día Internacional del Dulce de Leche es una oportunidad para rendir tributo a un manjar que ha trascendido fronteras. Porque cada cucharada encierra historia, identidad y un placer que no necesita explicación.

