El anuncio del Premio Nobel de la Paz 2025 otorgado a la opositora venezolana María Corina Machado provocó una oleada de reacciones en Colombia, evidenciando tanto apoyos como reservas en el ámbito político, diplomático y social. A continuación un repaso amplio de cómo se vivió este reconocimiento desde suelo colombiano.
1. Contexto del premio y por qué generó atención en Colombia
El Comité Nobel noruego otorgó el galardón a María Corina Machado por su “incansable trabajo promoviendo los derechos democráticos del pueblo de Venezuela y por su lucha por lograr una transición justa y pacífica de la dictadura a la democracia”.
Esta decisión resaltó porque el Nobel de Paz ha sido tradicionalmente concedido a figuras del respeto a los Derechos Humanos, la diplomacia o movimientos de paz. En este caso, al centrarse en una figura que representa la oposición a un régimen autoritario, el premio impulsa un mensaje político fuerte.
Colombia, por su cercanía política, social y geográfica con Venezuela, tenía especial interés en cómo diversos actores responderían ante el reconocimiento internacional a una opositora que simboliza la resistencia democrática frente al chavismo.
2. Principales reacciones políticas en Colombia
- Presidentes y expresidentes: El expresidente Álvaro Uribe publicó felicitaciones a Machado, destacando su valentía y persistencia en la defensa de la democracia. De igual modo, Iván Duque y Juan Manuel Santos se sumaron a los mensajes de respaldo.
- Gustavo Petro (actual presidente): en sus redes manifestó que espera que el premio “impulse el diálogo” en Venezuela. Subrayó que el reconocimiento puede fortalecer la presión internacional sobre el régimen chavista para abrir espacios de solución política.
- Partidos políticos y voces parlamentarias: Algunos sectores del centro y la derecha expresaron entusiasmo ante el premio como un espaldarazo moral para las fuerzas democráticas en América Latina. No obstante, sectores más afines a políticas de no intervención o con sensibilidad diplomática mostraron cautela, sugiriendo que este tipo de reconocimientos puede interpretarse como apoyo indirecto a agendas contrarias a la soberanía venezolana.
- Analistas y voces académicas: diversos comentaristas en Colombia coincidieron en que el Nobel refuerza la legitimidad internacional de la lucha democrática en Venezuela, mientras otros advirtieron sobre el riesgo de que el reconocimiento genere expectativas difíciles de cumplir en contextos de represión dura.
3. Opiniones entre la sociedad civil y medios
Varios medios colombianos recogieron declaraciones de ciudadanos, líderes de opinión y organizaciones de derechos humanos que celebraron el premio como un reconocimiento al valor cívico frente a regímenes autoritarios, especialmente porque envía un mensaje de respaldo simbólico a los venezolanos y a los migrantes que han llegado a Colombia.
Otros comentarios destacaron que, si bien el Nobel pone bajo los reflectores la situación venezolana, no garantiza resultados concretos sobre cambios inmediatos en el país vecino. Algunos señalaron que el reconocimiento subraya la presión moral e internacional pero no reemplaza la necesidad de movilización democrática interna.
4. Críticas, reservas y voces disidentes
No todas las opiniones fueron elogiosas:
- Algunas voces de la izquierda en España y América Latina cuestionaron la decisión del Comité Nobel, argumentando que el premio puede utilizarse con fines geopolíticos o simbólicos más que funcionales. En España, el exdirigente Pablo Iglesias describió el premio con ironía, comparándolo provocativamente con posibles galardones extremos.
- También se ha criticado que el Nobel como reconocimiento no necesariamente implica que los actores políticos venezolanos puedan ejecutar los cambios que simboliza el galardón, dado el control institucional y la represión del poder dominante.
- En Colombia, algunas voces instaron a evitar que este tipo de premios exacerben tensiones diplomáticas entre ambos países, recomendando balance y responsabilidad en los mensajes públicos.
5. Implicaciones para Venezuela, Colombia y la región
- Para Venezuela, el galardón fortalece moralmente a la oposición y podría aumentar la presión internacional sobre el régimen de Nicolás Maduro. Se interpreta como un mensaje de reconocimiento global a la causa democrática venezolana.
- Para Colombia, este tipo de pronunciamientos públicos demuestran cómo la política venezolana influye en el discurso político doméstico, especialmente en temas de derechos humanos, migración y cooperación internacional.
- A nivel regional, el Nobel puede alimentar una mayor visibilidad de los casos de autoritarismo en América Latina, alentar a fuerzas democráticas y reforzar alianzas diplomáticas en torno a la defensa de las libertades civiles.
6. Lo que dijo María Corina Machado
En una conversación telefónica con el director del Instituto Nobel, Machado expresó sorpresa y humildad: “Oh, Dios mío”, fueron parte de sus palabras cuando recibió la noticia.
Luego, en sus redes y comunicados públicos, dedicó el premio al pueblo venezolano al que reconoció por su “admirable coraje, dignidad, inteligencia y amor”. Denunció las acciones represivas del régimen chavista – detenciones arbitrarias, torturas, desapariciones y ejecuciones extrajudiciales – y enfatizó la importancia de que la comunidad internacional acompañe la transición democrática.
También advirtió que “no puede haber paz sin libertad” y que el reconocimiento internacional refuerza la moral de los venezolanos para persistir en la lucha.
Aunque actualmente Machado permanece en resguardo, debido a su exposición política, el premio le brinda una plataforma mayor de reconocimiento internacional.
7. Riesgos y desafíos hacia adelante
- Expectativas elevadas: el reconocimiento coloca sobre Machado y la oposición la presión de transformar el simbolismo en resultados tangibles, lo cual podría ser difícil en un entorno con instituciones controladas por el régimen.
- Reacción del gobierno venezolano: podría endurecer su estrategia represiva o atacar el reconocimiento proponiendo narrativas contrarias de “intervencionismo extranjero”.
- Polarización regional: el premio puede exacerbar disputas políticas entre países con alineamientos distintos hacia Venezuela, especialmente si los discursos de apoyo o crítica se interpretan como movimientos diplomáticos.
- Necesidad de coordinación opositora: para que el mensaje tenga impacto real, la oposición venezolana debe cohesionar estrategias internas y externas para aprovechar el impulso del premio internacional.
Conclusión
El otorgamiento del Premio Nobel de la Paz 2025 a María Corina Machado ha generado un tsunami político y simbólico, especialmente en Colombia, donde las reacciones han oscilado entre el respaldo entusiasta y las advertencias prudentes. Más allá del reconocimiento simbólico, el verdadero reto estará en convertir ese capital moral en pasos realistas hacia una transición democrática en Venezuela. En ese ejercicio, la mirada colombiana —con su historia de migración venezolana, su implicación diplomática y su papel en foros latinoamericanos— tendrá un rol relevante en cómo este acontecimiento se traduzca en realidad política.

