La Casa Lúdica de Tumaco se ha convertido en un espacio de protección, creatividad y esperanza para cientos de niños, niñas, adolescentes y jóvenes. Hoy rompe récord de participación con más de 500 beneficiarios activos que día a día construyen un futuro.
En este entorno seguro y acogedor, los participantes desarrollan sus habilidades en siete pilares fundamentales: danza, música, lectura, deporte, teatro, pintura y liderazgo. Cada uno de estos componentes ha sido diseñado para fomentar la convivencia, el respeto y la paz.
Durante la más reciente jornada, se presentaron los avances de cada grupo, demostrando el talento y la disciplina de quienes ven en la Casa Lúdica una oportunidad para crecer. Las familias acompañaron con orgullo las muestras artísticas y culturales.
“Hoy se presentaron los avances de cada pilar, reafirmando que la Casa Lúdica es un lugar de aprendizaje, arte y protección para nuestra niñez y juventud”, destacó su director, Jhon Dájome, al referirse a los resultados del trabajo colectivo que allí se realiza.
El impacto de este espacio se extiende más allá de las paredes del centro. A través de sus actividades, la Casa Lúdica fomenta valores, fortalece la identidad cultural y brinda alternativas de desarrollo personal y comunitario.
Con cada sonrisa, paso de baile o acorde musical, la Casa Lúdica de Tumaco demuestra que el arte y la educación son herramientas poderosas para transformar realidades y sembrar esperanza en las nuevas generaciones.

