De nuevo vuelve a ser la vía Panamericana, entre los departamentos de Nariño y Cauca, escenario de graves hechos delictivos, cuando a las 7 de la mañana del pasado domingo, hombres armados instalaron un retén ilegal y, a plena luz del día, atracaron una tractomula, en una zona conocida como La Fonda, en El Patía, caucano.
Estamos hablando de una situación que generó gran pánico en la vía, puesto que los pasajeros de un bus de servicio intermunicipal que venía de Cali, rumbo a los municipios de San Pablo y La Cruz, fueron testigos de este episodio delincuencial, en el que los individuos portando armas de largo alcance, interceptan al transportador, desviaron la tractomula y se apoderaron de su carga, como se puede observar en un video que, en las últimas horas, circuló de manera profusa en las redes sociales.
Los pasajeros del mencionado bus, declararon a las autoridades, que el conductor de la tractomula, fue obligado a huir con los hombres armados, quienes vestían de civil y amenazaban a los conductores de carros y motocicletas que en ese momento, transitaban por la vía Panamericana.
Nos referimos a una situación, que una vez más se constituye en una prueba de como este importante tramo vial, prácticamente se encuentra en poder de los delincuentes, quienes vienen haciendo de las suyas en detrimento de los miles de personas que a diario transitan por este corredor, que además une a Colombia con el Ecuador.
Nos parece que estos hechos reiterativos de atracos y robos en la vía Panamericana, merecen la total atención de las autoridades, puesto que no es posible que una carreteable de tanta importancia como esta, se encuentre en manos d de los malhechores. Se trata de delincuentes que no solo roban a los transportadores, como en el episodio que se acaba de registrar en las últimas horas, sino que, de estos hechos de inseguridad, también resultan afectados los pasajeros de los buses de servicio interdepartamental, quienes son despojados de sus pertenencias.
En ese sentido, por lo menos, es importante destacar, que, ante los más recientes acontecimientos, las administraciones departamentales de los departamentos del Cauca y Nariño, ya iniciaron una serie de reuniones tendientes a diseñar las estrategias de seguridad, ante una situación que ya, hace rato, pasó de castaño a oscuro.
Además, no podemos olvidar que ya entramos en la recta final del año, en la que especialmente en el mes de diciembre se quintuplica el tránsito en la carretera Panamericana, por lo que la obligación prioritaria de las autoridades, es desde este mismo momento, garantizar la seguridad de viajeros y transportadores, quienes en estos momentos afrontan una verdadera pesadilla, a consecuencia de las acciones de los delincuentes.
Bajo ningún punto de vista podemos permitir que la vía Panamericana, vuelva a los tiempos en los que las empresas de transporte, se vieron obligadas a suspender sus itinerarios nocturnos, ante la tremenda inseguridad que azotó por esa época la vía Panamericana.
Esperamos entonces que las reuniones entre las gobernaciones de Nariño y el Cauca, den los resultados que se buscan, en lo referente a redoblar las medidas de seguridad en la carretera, para que de esta manera se la pueda recorrer, sin el temor de las bandas de atracadores. Lo que acaba de ocurrir en pleno día, en la zona de El Patía, tiene que ser tomado como una gran campanada de alerta, para esta temporada alta que se nos vino encima.