El Parlamento de Eslovaquia aprobó el 26 de septiembre de 2025 una enmienda constitucional que reconoce únicamente dos sexos (masculino y femenino) y limita la adopción de niños exclusivamente a parejas heterosexuales casadas, excluyendo de facto a las parejas LGBT+ (dado que el matrimonio igualitario no está reconocido en el país desde una enmienda de 2014).
Esta medida también prohíbe la gestación subrogada y prioriza la soberanía nacional en temas culturales y éticos sobre la legislación de la UE, lo que ha generado críticas de organizaciones como Amnistía Internacional y tensiones con Bruselas por posibles violaciones a derechos humanos.
Antes de esta reforma, las parejas del mismo sexo ya no podían adoptar conjuntamente, pero individuos solteros sí podían; ahora, la restricción es más estricta.

