Día Mundial de la Anticoncepción: decidir con libertad, vivir con dignidad

Cada 26 de septiembre se celebra el Día Mundial de la Anticoncepción, una fecha que busca visibilizar el derecho de todas las personas a decidir sobre su salud sexual y reproductiva. Instaurada en 2007 por una coalición de organizaciones internacionales, esta jornada pone el foco en la necesidad de brindar información clara, accesible y libre de prejuicios sobre los métodos anticonceptivos.

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Una realidad que exige atención

Según datos de Naciones Unidas, el 50% de los embarazos en el mundo no son intencionales. Esta cifra revela una problemática global que afecta especialmente a mujeres jóvenes, comunidades vulnerables y regiones con acceso limitado a servicios de salud. La anticoncepción, lejos de ser un privilegio, es un derecho humano que permite a las personas decidir si quieren tener hijos, cuándo y en qué condiciones.

Educación sexual: clave para la autonomía

La jornada también busca reforzar la importancia de la educación sexual integral como herramienta para prevenir embarazos no deseados, reducir la mortalidad materna y fomentar la igualdad de género. Contar con información confiable permite tomar decisiones informadas, proteger la salud y ejercer la autonomía corporal.

Desigualdad en el acceso

A pesar de los avances, aún queda mucho por hacer. Cerca de 257 millones de mujeres no tienen acceso pleno a métodos anticonceptivos. Factores como el desplazamiento forzado, la falta de educación, los bajos ingresos y la escasa inversión pública dificultan el acceso equitativo. Esta situación aumenta el riesgo de infecciones de transmisión sexual, embarazos no planificados y abortos en condiciones inseguras.

Lo que podemos cambiar

Especialistas insisten en que garantizar el acceso a anticonceptivos no solo mejora la salud individual, sino que fortalece el bienestar social. Invertir en programas de salud sexual, capacitar al personal médico y eliminar barreras culturales son pasos fundamentales para avanzar.

Este 26 de septiembre, el Día Mundial de la Anticoncepción nos recuerda que decidir sobre el propio cuerpo es un derecho, no una excepción. Y que construir un futuro más justo empieza por garantizar que todas las personas puedan ejercerlo con libertad y dignidad.