Adolescentes en conflicto con la ley encuentran en la creación artística un camino de reflexión, sanación y segundas oportunidades.
En el centro de atención Santo Ángel, en Pasto, adolescentes privados de la libertad participan en el proyecto ‘Arte Sanando’, una iniciativa pedagógica y social que usa el arte como herramienta de transformación personal y reintegración.
A través de talleres de manualidades, dibujo y creación artesanal, los jóvenes exploran sus emociones, desarrollan habilidades y comienzan a trazar nuevas rutas de vida alejadas del conflicto. Bajo la guía de docentes y profesionales, encuentran espacios seguros donde expresar su historia, reconstruir su autoestima y recuperar la esperanza.
“Manos que crean, vidas que sanan. Este proyecto nace desde la educación para transformar realidades difíciles”, afirma Corina Erazo, docente líder del proceso.
La iniciativa también fomenta valores como el respeto, la empatía y la responsabilidad, aportando al fortalecimiento de la autoestima y la construcción de proyectos de vida dignos. Las obras producidas por los adolescentes son el reflejo de su talento, pero también del deseo de cambiar, sanar y volver a creer en ellos mismos.
‘Arte Sanando’ se consolida como una apuesta efectiva dentro del Sistema de Responsabilidad Penal para Adolescentes, mostrando que el arte, la educación y el acompañamiento humano pueden abrir la puerta a nuevas oportunidades.