Este 21 de septiembre, el mundo celebra el Día Internacional del Rock Progresivo, una jornada dedicada a reconocer el impacto artístico y cultural de uno de los subgéneros más sofisticados y audaces de la música moderna. Surgido en Inglaterra a finales de los años sesenta, el rock progresivo se convirtió en una respuesta creativa a los cambios sociales y políticos que marcaron aquella época.
Un sonido que rompió esquemas
El rock progresivo, también conocido como Prog Rock, nació como una evolución del rock psicodélico. Su objetivo era claro: elevar la credibilidad artística del rock mediante composiciones complejas, estructuras narrativas y una fusión de estilos que incluía jazz, blues, música clásica y elementos sinfónicos. Esta mezcla dio lugar a piezas conceptuales que ofrecían una experiencia sensorial única, alejándose de los formatos convencionales de la música popular.
Bandas que marcaron una era
Durante sus primeros años, el movimiento vio nacer a bandas legendarias que definieron el género. Entre ellas destacan:
Pink Floyd (1965)
Jethro Tull (1967)
Genesis (1967)
King Crimson (1969)
Supertramp (1969)
Renaissance (1969)
Soft Machine (1966)
Caravan (1968)
Electric Light Orchestra (1970)
Estas agrupaciones no solo innovaron en lo musical, sino que también exploraron temas filosóficos, políticos y existenciales, conectando con una generación que buscaba nuevas formas de expresión.
Un movimiento global
Aunque su epicentro fue el Reino Unido, el rock progresivo se expandió rápidamente a países como Alemania, Francia, Italia, Estados Unidos y Canadá. En América Latina, Argentina y México se convirtieron en referentes regionales, con bandas que adoptaron el estilo y lo adaptaron a sus contextos culturales.
Más que música: una postura
El surgimiento del Prog Rock estuvo influenciado por movimientos juveniles que cuestionaban el sistema capitalista, rechazaban la Guerra de Vietnam y exigían cambios sociales. El arte se convirtió en herramienta de resistencia, y el rock progresivo fue su banda sonora.
Una celebración para los sentidos
El Día Internacional del Rock Progresivo no solo celebra un estilo musical, sino una forma de pensar, crear y sentir. Es un homenaje a quienes se atrevieron a romper moldes y a quienes, aún hoy, siguen explorando los límites del sonido.
Porque el rock progresivo no envejece: evoluciona, inspira y sigue resonando en cada acorde que desafía lo establecido.

