El gerente, Jhon Cabrera, informó que la temporada religiosa dejó un saldo altamente positivo en materia de movilidad, seguridad, turismo y economía local.
La Terminal Terrestre de Pasajeros de Ipiales entregó un balance satisfactorio al cierre del Quincenario en honor a la Virgen de las Lajas, una de las festividades de fe más representativas del sur de Colombia y de gran alcance internacional. El evento atrajo a miles de visitantes provenientes de diferentes regiones del país y del vecino Ecuador, consolidando una vez más a Ipiales como un destino estratégico para el turismo religioso y cultural.
De acuerdo con lo manifestado por el gerente de la terminal, Jhon Cabrera, la afluencia de viajeros durante estas dos semanas superó las expectativas, pues familias enteras, peregrinos y turistas extranjeros se desplazaron hasta la frontera con el objetivo de participar en las celebraciones religiosas y visitar el majestuoso Santuario, considerado el templo mariano más bello del mundo.
Movilidad
Con el fin de garantizar un servicio de calidad y seguridad, la administración de la Terminal Terrestre implementó un plan especial de contingencia que fortaleció la atención al usuario, el control en las rutas intermunicipales y el flujo de pasajeros. Dicho plan permitió atender la alta demanda sin generar traumatismos en la movilidad urbana ni en el transporte regional.
El funcionario destacó el trabajo articulado con las empresas de transporte, las autoridades de tránsito y la Policía Nacional, que desplegaron personal para acompañar los operativos de seguridad en las vías, generando confianza y tranquilidad entre los viajeros.
Turismo
Más allá de lo religioso, el Quincenario de la Virgen de las Lajas se convierte cada año en una plataforma para promover la riqueza cultural y gastronómica de Ipiales. Los visitantes no solo llegan en busca de favores y agradecimientos a la Virgen, sino que también participan en muestras artísticas, festivales musicales y recorridos por los sitios emblemáticos de la ciudad.
Las presentaciones de grupos folclóricos, bandas locales y artistas invitados aportaron un valor agregado a la programación, fortaleciendo el sentido de identidad regional. Igualmente, los restaurantes y mercados locales se posicionaron como espacios de encuentro, en donde los turistas disfrutaron de la diversidad de sabores de la cocina andina y de la fusión gastronómica propia de la zona de frontera.
Economía
El impacto económico de la temporada también fue significativo. De acuerdo con la administración de la terminal, los hoteles reportaron un incremento notable en sus reservas, mientras que restaurantes, transportadores y comerciantes locales aprovecharon el flujo masivo de visitantes para dinamizar sus ingresos.
Para Cabrera, los resultados de este Quincenario reafirman que Ipiales se consolida como un destino que combina espiritualidad, cultura y desarrollo económico. “Fue una temporada que nos deja resultados muy positivos.