El ordenamiento territorial en Pasto fue el eje central de un espacio de diálogo llevado a cabo en las instalaciones del Banco de la República. Este encuentro buscó replantear la relación entre el campo y la ciudad, así como la manera en que los habitantes comprenden y habitan su territorio.
El evento fue organizado por Motilón, la Escuela Intercultural por el Agua y el Territorio, y reunió a panelistas con enfoques diversos. Las reflexiones abordaron aspectos ambientales, comunitarios y territoriales, todos orientados hacia una planificación urbana más incluyente y consciente.
Durante el encuentro se destacó que el campo no debe verse como un espacio aislado, sino como una parte activa del desarrollo urbano. Esta visión permite integrar prácticas sostenibles que beneficien tanto a zonas rurales como urbanas.
Además, se resaltó la importancia de incluir a las comunidades en las decisiones de ordenamiento territorial en Pasto. La gestión del territorio, basada en el respeto por el entorno y en la participación ciudadana, contribuye a una ciudad más equilibrada y resiliente.
Este tipo de espacios promueven una conciencia colectiva sobre la importancia del territorio. Pasto, como ciudad andina con una fuerte identidad cultural y ambiental, se convierte en un escenario clave para impulsar el diálogo intercultural y el desarrollo sostenible.
La iniciativa de Motilón fortalece los vínculos entre las personas y su entorno, promoviendo una nueva forma de habitar basada en el respeto y la corresponsabilidad. Así, el ordenamiento territorial en Pasto se convierte en una herramienta fundamental para el bienestar común.