El 22 de agosto de 2025, Irina Zarutska, de 23 años y refugiada ucraniana, fue asesinada en un tren ligero de Charlotte (Carolina del Norte) en un ataque repentino e inexplicable. Zarutska, que huyó de la guerra en Ucrania en busca de seguridad, viajaba esa noche luego de terminar su turno de trabajo, cuando el agresor la apuñaló por la espalda sin mediar palabra.
El atacante, Decarlos Brown Jr., de 34 años, fue arrestado en la estación donde se detuvo el tren poco después del ataque. Tenía antecedentes penales y un historial de problemas de salud mental. Se enfrenta a cargos estatales de asesinato en primer grado, y ahora también está bajo acusaciones federales por causar una muerte en un sistema de transporte público.
El video de seguridad del tren muestra a Zarutska sentada, usando auriculares y concentrada en su teléfono, sin interacción previa con el agresor. Minutos después, Brown saca un cuchillo, lo abre y la apuñala en el cuello. Los pasajeros gritan y algunos intentan auxiliarla, pero el ataque fue fulminante.
La noticia generó indignación inmediata en Charlotte, Ucrania y más allá, reavivando el debate sobre la seguridad en el transporte público, las fallas en los sistemas de salud mental y la responsabilidad de mantener espacios públicos seguros para todos. Autoridades locales han prometido revisar protocolos, incrementar vigilancia en estaciones y reforzar los mecanismos para prevenir tragedias similares.
