Un fuerte sismo de magnitud 6,0 sacudió las provincias orientales de Kunar y Nangarhar, en Afganistán, cerca de la frontera con Pakistán. El temblor ocurrió en la noche del domingo y fue seguido por múltiples réplicas, generando destrucción masiva en comunidades remotas.
Las cifras actualizadas indican que al menos 812 personas murieron y más de 2.800 resultaron heridas, convirtiéndose en uno de los terremotos más mortíferos del país en años recientes.
Zonas más afectadas
- Las provincias de Kunar y Nangarhar fueron las más golpeadas, con tres aldeas completamente destruidas y numerosas viviendas derruidas, especialmente en áreas montañosas donde las casas son frágiles.
- El epicentro se ubicó cerca de Jalalabad, a solo 8 km de profundidad, lo que amplificó el impacto del sismo.
Dificultades en la respuesta humanitaria
Las operaciones de rescate se han visto obstaculizadas por la orografía accidentada, deslizamientos y el acceso limitado por caminos dañados. Helicópteros y equipos militares han sido desplegados para evacuar heridos y entregar ayuda, en coordinación con organismos internacionales.
El Secretario General de la ONU, António Guterres, expresó su solidaridad con el pueblo afgano y confirmó que los equipos de la ONU están listos para brindar asistencia.
Contexto crítico
Afganistán, ya afectado por varias crisis humanitarias, enfrenta enormes desafíos ante este desastre natural. La disminución significativa de la ayuda internacional intensifica la urgencia de apoyo externo.