En un contexto marcado por la hiperconectividad, la incertidumbre social y la adopción acelerada de herramientas digitales, el Dr. Andres Rosado, médico psiquiatra, emite un comunicado editorial con alertas y recomendaciones para proteger la salud mental de la población en 2025. Su llamado prioriza la detección temprana, la prevención y el acceso oportuno a atención profesional.
“La salud mental no es un lujo; es infraestructura social. Si falla, se detiene la productividad, la convivencia y la innovación”, señala Rosado. A continuación, identifica cinco alertas que requieren vigilancia en hogares, colegios y organizaciones:
Estrés sostenido y fatiga atencional: sensación de “mente saturada”, errores frecuentes y dificultad para desconectar después de la jornada.
Ansiedad por hiperexposición a noticias y redes: consumo compulsivo de contenido, comparación social y estados de alerta permanentes.
Insomnio de inicio o mantenimiento: más de tres noches por semana con sueño no reparador, acompañadas de irritabilidad o somatización.
Autodiagnóstico con IA y contenidos virales: uso de información no verificada que retrasa la consulta o induce tratamientos inadecuados.
Riesgos en adolescentes: cambios bruscos de humor, aislamiento, ciberacoso y conductas de autolesión o ideación suicida.
Frente a este panorama, el Dr. Andres Rosado propone recomendaciones clave basadas en evidencia y aplicables a nivel individual y comunitario:
Higiene del sueño como pilar clínico: horarios regulares, reducción de pantallas 90 minutos antes de dormir y control de cafeína/energizantes.
“Dieta informativa”: limitar la exposición a noticias y redes en ventanas definidas; priorizar fuentes confiables y pausas de detox digital semanal.
Rutina de regulación emocional (10–15 min/día): respiración diafragmática, journaling y caminatas conscientes; pequeñas dosis diarias generan adherencia.
Trabajo saludable: pactar fronteras claras de disponibilidad, pausas activas y metas realistas; líderes deben modelar estos hábitos.
Telepsiquiatría segura y responsable: plataformas con cifrado, historia clínica y seguimiento; evitar consejos anónimos sin respaldo profesional.
Ruta de ayuda inmediata: ante riesgo inminente (autolesión, violencia o confusión severa), acudir a urgencias o líneas locales de atención en crisis; no esperar “a que pase”.
“Consultar a tiempo salva vidas. Los síntomas emocionales persistentes por más de dos semanas —que interfieren con el estudio, el trabajo o las relaciones— justifican una evaluación profesional”, añade Rosado. El especialista insiste en que la intervención temprana reduce recaídas, costos y hospitalizaciones, y promueve un retorno funcional más rápido.
Para familias y cuidadores, recomienda establecer un “semáforo emocional” en casa (verde: hábitos protectores; amarillo: señales de tensión; rojo: búsqueda de ayuda) y conversaciones breves, sin juicios, que faciliten pedir apoyo. En entornos educativos y laborales, sugiere protocolos de primera ayuda psicológica, capacitación de pares y derivaciones claras.
El Dr. Andres Rosado concluye: “2025 debe ser el año de la prevención estructural: sueño, límites digitales, movimiento físico y acceso oportuno a psiquiatría y psicoterapia. La evidencia es contundente: lo pequeño, sostenido y sistemático cambia trayectorias”.