Los analistas de Deutsche Bank advirtieron que los mercados financieros muestran una desconexión evidente frente a los fundamentos macroeconómicos, lo que podría anticipar riesgos para los inversionistas en los próximos meses. El informe, citado por Bloomberg Línea, identificó cinco señales claves que generan preocupación debido a su persistencia y carácter contradictorio, especialmente porque se presentan en un contexto de choques geopolíticos, tensiones comerciales y presiones sobre la Reserva Federal de Estados Unidos.
Los expertos liderados por Henry Allen plantearon la inquietud central: los activos de riesgo han mantenido una estabilidad llamativa a pesar de factores que normalmente generarían volatilidad. “No es que la situación sea terrible, sino que sorprende la magnitud de algunas valoraciones dadas las condiciones actuales”, enfatizó el documento.
Inflación proyectada y desconexión de swaps
La primera alerta se relaciona con la inflación. Aunque el índice de precios pagados del ISM de servicios alcanzó en julio el 69,9, el nivel más alto desde 2022, los swaps de inflación a un año permanecen en 3,44%, sin variaciones relevantes desde abril. Este desfase entre expectativas e indicadores reales genera incertidumbre sobre un repunte inflacionario cercano y evidencia que los mercados no están ajustando adecuadamente el riesgo.
El desajuste resulta aún más notorio cuando se consideran los recientes aranceles aplicados por Estados Unidos, que incluyen un 50% sobre el cobre y un 35% adicional sobre productos canadienses, medidas que incrementan las presiones sobre los precios.
Bonos, crédito corporativo y riesgos invisibles
El informe también señaló que los rendimientos de los bonos del Tesoro a largo plazo se mantienen en un rango estable de entre 4,8% y 5%, a pesar de la turbulencia política que rodea a la Reserva Federal y las críticas del presidente Donald Trump. Paralelamente, los spreads de crédito corporativo se ubican en mínimos históricos en Estados Unidos, Europa y Reino Unido
De igual forma, los derivados de crédito presentan una calma que contrasta con los choques recientes, como la crisis nuclear entre Israel e Irán o la rebaja de calificación de Estados Unidos por parte de Moody’s.
Mercado laboral con señales contradictorias
La última señal de alerta está en el empleo. Aunque el crecimiento promedio de las nóminas no agrícolas cayó a su nivel más bajo del ciclo, con apenas 81.000 empleos en seis meses, la tasa de desempleo permanece estable entre el 4,0% y 4,2%, mientras las solicitudes de subsidio no muestran un deterioro evidente. Esta divergencia, según los analistas, dificulta medir con precisión la magnitud del enfriamiento laboral.
Con este panorama, Deutsche Bank advierte que la aparente solidez de los mercados financieros podría ser frágil y susceptible a una corrección, ya que las valoraciones actuales parecen ignorar riesgos estructurales que podrían intensificarse en el corto plazo.

