Los amantes de los postres saben que no hay nada mejor que disfrutar de un dulce sin culpa, y por eso hoy te enseñamos a preparar un pastel de avena, zanahoria y almendras, un bizcocho esponjoso, lleno de sabor y con ingredientes que aportan beneficios a tu salud. Esta receta no contiene azúcares refinados ni harinas procesadas, lo que la convierte en una opción perfecta para quienes desean comer de manera saludable sin renunciar al placer de un buen postre.
Ingredientes necesarios para la preparación
Para que este pastel tenga la textura ideal y concentre el mejor sabor, es fundamental contar con ingredientes de calidad. Aquí tienes la lista:
- 160 g de copos de avena (5,6 onzas).
- 120 ml de leche caliente (4 onzas líquidas).
- 2 zanahorias pequeñas.
- 70 g de dátiles (2,5 onzas).
- 60 g de almendras (2 onzas).
- Cáscara de 1 naranja.
- ½ cucharada de levadura en polvo.
- 1 cucharadita de canela molida.
- ½ cucharadita de sal.
- 200 g de yogur griego (7 onzas).
- 300 g de queso crema o ricotta (10,5 onzas).
- 60 ml de miel (2 onzas líquidas).
- 50 ml de crema (1,7 onzas líquidas).
- Hojuelas de almendra para decorar.
Paso a paso de la preparación
La preparación de este pastel requiere paciencia y atención, pero los resultados justifican cada momento invertido.
- Vierte la avena con la leche caliente en un bowl y mezcla hasta que se integren.
- Ralla finamente las zanahorias y añádelas a la mezcla.
- Hidrata los dátiles en agua hirviendo, pélalos y tritúralos antes de agregarlos.
- Tritura las almendras y añádelas al bowl junto con la ralladura y jugo de una naranja.
- Incorpora la levadura, canela y sal, y mezcla hasta obtener una masa uniforme.
- Coloca la mezcla en moldes formando capas y entre cada una unta yogur con queso crema.
- Refrigera una hora, decora con hojuelas de almendra y sirve acompañado de té.
Beneficios de las almendras en el pastel
Este pastel no solo destaca por su sabor sino también por sus aportes nutricionales. Las almendras, ricas en minerales como calcio, hierro, magnesio y fósforo, además de antioxidantes como la vitamina E, ayudan a reducir el colesterol malo (LDL) y protegen el organismo del envejecimiento prematuro. Su combinación con la avena y la zanahoria convierte esta receta en una opción perfecta para disfrutar después de la cena o como refrigerio nutritivo.