El martes 12 de agosto, el cielo ofrecerá uno de los espectáculos astronómicos más esperados del año: la conjunción de Venus y Júpiter. Este fenómeno, conocido como “beso cósmico”, será visible desde gran parte del planeta justo antes del amanecer, cuando ambos planetas se acerquen visualmente en el horizonte este.

Aunque separados por millones de kilómetros en el espacio, desde la Tierra parecerán casi fusionados, brillando como un solo punto de luz. La ilusión óptica será tan precisa que podrán cubrirse con la uña del dedo meñique extendido.
¿Cuándo y cómo observarlo?
La mejor ventana para ver el fenómeno será entre las 4:50 y las 5:30 de la mañana, dependiendo de la ubicación geográfica. En ese lapso, Venus y Júpiter estarán separados por apenas 0.26 grados, lo que permitirá verlos juntos incluso con binoculares o telescopios domésticos.
Para una experiencia óptima, se recomienda buscar un lugar con vista despejada hacia el este, lejos de la contaminación lumínica. Parques, azoteas o zonas rurales son ideales. Revisar el pronóstico del tiempo también es clave: un cielo despejado hará toda la diferencia.
Un evento astronómico poco común
Aunque las conjunciones entre Venus y Júpiter ocurren con cierta frecuencia, no siempre son visibles en condiciones ideales. Esta vez, el acercamiento coincide con la lluvia de meteoros Perseidas, que también alcanza su punto máximo en agosto, ofreciendo una doble oportunidad para los aficionados a la astronomía.
Además, quienes cuenten con telescopios podrán observar detalles como las bandas nubosas de Júpiter o las fases de Venus, haciendo de esta madrugada una experiencia inolvidable.
El “beso cósmico” entre los dos planetas más brillantes del cielo promete ser una postal astronómica única. Una razón más para madrugar y mirar hacia el universo.
