Ubicada en el corazón del departamento de Caquetá, la ciudad de Florencia se ha ganado el título de “La puerta de oro de la Amazonía colombiana” gracias a su privilegiada ubicación entre los Andes y los llanos amazónicos. Este destino vibrante y lleno de biodiversidad es ideal para quienes desean explorar la selva sin alejarse demasiado del centro del país.
Reservas naturales y senderismo en la selva
Florencia está rodeada por extensas reservas naturales que protegen vastas zonas de jungla virgen. En ellas, los visitantes pueden practicar senderismo, avistamiento de aves y deportes al aire libre. El Parque Nacional Cueva de los Guácharos, el más antiguo de Colombia, ofrece más de 25 kilómetros de senderos que atraviesan bosques, cavernas y miradores naturales.
Río Orteguaza: conexión fluvial y aventura
Desde Puerto Arango, a pocos minutos de Florencia, parten excursiones en ferry por el río Orteguaza, una arteria fluvial que conecta pueblos y permite disfrutar de paisajes selváticos únicos. Para los más aventureros, los rápidos de los afluentes del Orteguaza son ideales para practicar rafting
Avistamiento de aves: un paraíso para ornitólogos
Caquetá alberga 950 especies de aves, lo que representa la mitad de las especies documentadas en Colombia. Es común observar loros de todos los tamaños y colores, convirtiendo a Florencia en un destino imperdible para los amantes de la ornitología.
Florencia: naturaleza, cultura y tradición amazónica
Además de su riqueza natural, Florencia conserva una herencia aborigen que se refleja en su folclore, leyendas y tradiciones. La ciudad ofrece una experiencia integral que combina ecoturismo, cultura ancestral y hospitalidad local, posicionándola como uno de los destinos más prometedores del sur colombiano.

