Un atentado sicarial registrado en la mañana del domingo sacudió a la ciudad de Cúcuta, Norte de Santander. El ataque ocurrió frente a una funeraria en la Avenida 2, cuando un hombre armado que se movilizaba en motocicleta disparó contra dos personas que asistían a un velorio.
La víctima mortal fue identificada como Espíritu Daniel Buendía Pérez, exintendente de la Policía Nacional, quien se encontraba en el lugar para despedir a su padre fallecido. La otra víctima, el mayor retirado del Ejército, Daladier Rivera Jácome, resultó gravemente herido y fue trasladado a un centro asistencial donde permanece estable tras ser intervenido quirúrgicamente.
Rivera Jácome es considerado un testigo clave ante la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), ya que ha aportado información crucial sobre más de 40 casos de ejecuciones extrajudiciales conocidas como “falsos positivos”. Organizaciones de derechos humanos, como la Fundación Progresar, han expresado su preocupación por el ataque, señalando que podría estar dirigido a silenciar al oficial retirado, quien ha sido fundamental en el esclarecimiento de crímenes cometidos durante el conflicto armado.
La Policía Metropolitana de Cúcuta informó que se desplegó un equipo especializado para dar con los responsables del crimen, mientras que la JEP y la Procuraduría podrían intervenir para garantizar la protección del mayor Rivera y esclarecer las motivaciones del atentado.
Las organizaciones sociales exigen que se garantice la vida de los comparecientes ante la JEP y se investigue a fondo el caso, en un contexto de creciente inseguridad para quienes contribuyen al proceso de verdad y justicia en Colombia.