A ‘Licho’ lo asesinaron a balazos cerca de su casa

La madrugada de ayer se tiñó de sangre en el barrio Villa Lola, Comuna 3 del municipio costero. Mientras la mayoría de los habitantes se encontraba sumida en un profundo sueño, preparándose para comenzar una nueva semana de trabajo, el estruendo de varios disparos alteró la aparente tranquilidad del sector.

A las 4:30 de la mañana, justo cuando el canto de los gallos comenzaba a anunciar la llegada del nuevo día, Jader Lizandro Quiñones Landázuri, más conocido entre sus amigos como ‘Licho’, fue abatido a tiros por desconocidos en plena vía pública, a solo unos pasos de su casa y muy cerca del parque infantil ‘Benildo Castillo’ popularmente llamado ‘Puente Ortiz’, sitio habitual de encuentro para niños y jóvenes que practican fútbol en la zona.

Sin jedar rastro

El cuerpo de Jader quedó tendido boca arriba sobre los adoquines fríos, sin signos vitales, mientras una fina neblina cubría la calle. Vecinos aún con el rostro somnoliento y tembloroso por el miedo, se asomaron por ventanas y puertas al escuchar el ruido ensordecedor de las balas. Algunos lograron ver una motocicleta que se alejaba a toda velocidad por la calle principal, con los asesinos huyendo sin dejar rastro.

Según testigos y reportes preliminares de las autoridades, el joven recibió múltiples impactos de bala en el pecho, la cabeza y el abdomen. Pero el crimen no quedó solo en los disparos: los sicarios, en un acto que ha estremecido a toda la comunidad, dejaron junto al cuerpo un cartel con letras negras que decía: “Por bandido le pasa esto”.

Un crimen con mensaje

La escena del crimen fue acordonada por unidades de la Policía Nacional, quienes llegaron al lugar pocos minutos después del reporte. Realizaron la inspección técnica del cuerpo, mientras familiares, destrozados por el dolor, confirmaban entre lágrimas la identidad de la víctima.

Jader Lizandro tenía 28 años, era oriundo de Tumaco y muy conocido en el sector de Villa Lola, donde creció y vivió toda su vida. Aunque su nombre no figuraba en investigaciones judiciales recientes, el mensaje dejado por los agresores hace sospechar de un posible ajuste de cuentas. Las autoridades no descartan vínculos con estructuras criminales que operan en la región, especialmente en comunas como la 3, históricamente golpeadas por el conflicto y el microtráfico. “Escuchamos como cinco o seis disparos seguidos, y después solo el silencio y el ruido de una moto alejándose. Fue espantoso. Cuando nos asomamos, vimos el cuerpo tirado, sin moverse. Ahí supimos que algo grave había pasado”, relató a este medio una vecina que prefirió mantener el anonimato por miedo a represalias.