El fallecimiento del patrullero Juan Carlos Toro, originario del municipio de Sandoná, en el departamento de Nariño, ha generado una profunda consternación tanto en su comunidad natal como en la Policía Nacional. Su cuerpo fue encontrado sin vida en la ciudad de Cali, en circunstancias que están siendo materia de investigación por parte de las autoridades judiciales.
Aunque fuentes extraoficiales han indicado que la causa probable del deceso sería una broncoaspiración —una condición médica que ocurre cuando una persona inhala contenidos gástricos u otros materiales hacia los pulmones—, hasta el momento no se ha emitido un informe oficial por parte del Instituto Nacional de Medicina Legal. Por ello, el caso se mantiene abierto y en reserva mientras se completan los exámenes forenses.
El patrullero, que llevaba varios años prestando servicio en la institución, fue hallado sin signos vitales en las últimas horas, en circunstancias que han despertado preguntas entre sus allegados y compañeros. No se han reportado signos visibles de violencia, pero el proceso investigativo busca descartar cualquier otro tipo de eventualidad.
Juan Carlos Toro era conocido en Sandoná como un joven alegre, responsable y profundamente comprometido con su labor como miembro de la Policía Nacional. Había crecido en el barrio San Francisco, en el seno de una familia trabajadora, y desde temprana edad manifestó su deseo de vestir el uniforme.
“Era de esos muchachos que saludaban a todo el mundo, siempre con una sonrisa, siempre con respeto. Desde niño soñaba con ser policía y servir a la comunidad. Esta noticia nos ha dejado sin palabras”, expresó don Manuel, un vecino que lo vio crecer.
Sus familiares, sumidos en el dolor, lo recuerdan como un hijo amoroso, un hermano solidario y un joven lleno de metas que aspiraba a continuar escalando en la institución. «Tenía muchos planes, quería especializarse en investigación criminal, le gustaba mucho estudiar, era disciplinado. Estamos muy tristes porque se fue una gran persona», dijo uno de sus primos.Una despedida en casa
Tras las diligencias legales correspondientes en Cali, el cuerpo del patrullero Toro fue trasladado al municipio de Sandoná, donde se llevan a cabo los actos fúnebres. La Sala de Velación Central Protección Sandoná, en el barrio San Francisco, fue el lugar dispuesto para el velorio, al que han asistido vecinos, amigos de infancia, excompañeros de colegio y miembros de la fuerza pública.