En una zona remota de la vereda La Isla, en el municipio de Puerto Caicedo (Putumayo), la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD) logró recuperar cuatro cuerpos inhumados de manera irregular que habrían sido víctimas del conflicto armado en Colombia.
El hallazgo se dio tras una compleja operación técnica y humanitaria liderada por la UBPD, con base en testimonios brindados bajo reserva por personas conocedoras del territorio. Estos relatos, entregados en condiciones de confidencialidad, permitieron al equipo técnico delimitar un área de interés forense y dar inicio a las labores de prospección y excavación.
“La recuperación en campo abierto es una gran empresa humana y logística, una carrera contrarreloj frente al clima, el tiempo y las condiciones del terreno”, explicó Juan Camilo García, antropólogo forense de la UBPD. Y no es para menos: las difíciles condiciones de acceso, la persistente lluvia, la ausencia de señalización y la falta de registros oficiales hacen que cada paso en el terreno represente un reto técnico y humano.
Durante la intervención, se encontraron elementos individualizantes junto a los restos óseos, como una camiseta de fútbol guardada en un bolso, un llavero, botas de cuero, sandalias, una camisa con el logo de una empresa local reconocida y modificaciones dentales en una de las estructuras recuperadas. Estos hallazgos son clave en el proceso de identificación que ahora continúa en manos del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, donde se realizarán pruebas genéticas comparativas con muestras aportadas por familiares que buscan a sus seres queridos.
Intervención Para muchos en Putumayo, una de las regiones más golpeadas por la violencia en las últimas décadas, esta intervención representa un paso hacia la verdad y la reparación simbólica. La comunidad acompañó el proceso con respeto y esperanza. Así lo expresó Julio César Ramos, líder comunitario del sector: “Es importante que, si se encuentran, así sea en fosas, se tomen las muestras y las entreguen a las familias. No alivia del todo, pero sí un poco. Uno puede darle santa sepultura”.