Por: Alina Constanza Silva
En Pasto, donde el 56 % de los establecimientos está dedicado al comercio y servicios , la propuesta de reforma laboral ha encendido alarmas. La informalidad ronda cifras nacionales entre el 55 % y 70 % lo que significa que muchas pymes operan al límite . En este escenario, los ajustes legales no solo son un desafío técnico, sino estratégico para la sostenibilidad económica local.
Fenalco advierte que en el primer bimestre de 2024 se destruyeron 277 000 empleos en el sector comercio comparado con el año anterior, y 167 000 de ellos corresponden al sector detallista . En esta línea, si la reforma encarece los costos laborales debido a recargos nocturnos, cotizaciones adicionales o límites a la tercerización, el 31 % de los empresarios reconoce que recortaría o dejaría de contratar personal, mientras que el 55 % reduciría nómina y el 39 % evitaría contrataciones nuevas .
Aun peor, el 71 % de las empresas planea reducir o cancelar inversiones ante la incertidumbre . Fenalco alerta que los sobrecostos podrían superar el 20 %, y subrayarían, tras el aumento del salario mínimo y recortes en jornada laboral, un incremento total en costos laborales del 35 % al 40 % respecto a 2022 .
¿Y Pasto?
En Pasto, donde muchos negocios son micro o pequeñas empresas que dependen de flujos variables —turismo, comercio transfronterizo o actividades culturales, estos ajustes representan una fuerte carga. Las pymes no cuentan con colchón financiero ni acceso fácil a créditos o asesoría especializada, por lo que un alza súbita en los costos podría resultar en despidos, reducción de días laborales o, incluso, en clausura de negocios emergentes.
Junto a esto, la reforma amenaza la figura de la tercerización, utilizada por empresas como Adgesthal para responder a necesidades puntuales, por ejemplo en salud. Fenalco estima que el impacto alcanzaría al 85 % de empresas que operan en horarios especiales (noches, domingos, festivos) . Si no se proyectan esquemas de contratación flexibles por horas, por proyecto, muchas pymes podrían abandonar estos servicios o recurrir a la informalidad, aumentando el desempleo no formal.
Lo ideal sería una reforma con enfoque diferencial: aplicar gradualmente a las grandes empresas y sectores estables, y acompañar a las mipymes con:
Incentivos tributarios y subsidios temporales para absorción de costos.
Asesoría jurídica y contable gratuita, tal como lo propuso Fenalco para fortalecer la economía local .
Alternativas flexibles de contratación, como las propuestas por Fenalco (contratación por horas), que permitan formalización sin ataduras excesivas .
Si la reforma avanza sin estos matices, Pasto corre el riesgo de ver más locales cerrados, desempleo formal disparado y una migración hacia la economía informal —donde no hay garantías de salud, seguridad ni pensión.
Conclusión: La reforma laboral puede ser un paso importante hacia la justicia social, pero sin mecanismos de transición y apoyo técnico, podría desatar una crisis económica en ciudades como Pasto. La invitación es clara: un diálogo con criterios técnicos, datos claros y sensibilidad local es la única vía para no perder empleos en el camino hacia mejores derechos laborales.