En algunos sectores se siguen lanzando voladores al aire por la reciente aprobación de la reforma laboral, pero ¿hay realmente razones para celebrar?
Ese interrogante, nos lo hacemos hoy millones de colombianos quienes consideran que la mencionada reforma no colma las expectativas del pueblo colombiano y lo único que ha empezado a generar son dudas e incertidumbre.
Precisamente, las reacciones de rechazo que ya se empiezan a sentir en diferentes niveles empresariales, nos remiten a la conocida expresión de que “no todo lo que brilla es oro” y de ahí, que sea prematuro el anunciar que la reforma es la panacea con la que todos soñamos.
En ese sentido, lo que estamos viendo sobre el papel es que la recién aprobada reforma está generando un desmedido optimismo y sobre el particular, nosotros podríamos decir, que, en efecto, muchas de las intenciones son buenas, pero desde ya, los analistas comienzan a advertir que su realización conllevaría a grandes problemáticas.
De esta manera, ya comenzamos a ver, como los diferentes gremios económicos del país, sienten inquietud al considerar que los puntos básicos de la reforma laboral, en muchos aspectos se van a convertir en un arma de doble filo, puesto que, en busca de beneficios para los trabajadores, lo que van a provocar es que se acelere el desempleo y, las micro y medianas empresas, inicien un lento pero imparable caminar hacia la quiebra.
Reconocemos que es demasiado pronto para asegurar que ello va a ocurrir, pero por ahora los indicios son inquietantes y lo son mucho más las versiones en las que se afirma que el Gobierno había propuesto una versión intermedia, en la que se proponían algunas excepciones para favorecer a los micro y medianos empresarios, pero estas no fueron tomadas en cuenta por los senadores.
Sobre el particular nos parece pertinente, referirnos al punto de vista que acaba de socializar, el presidente de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia ANDI, Bruce Mac Master quien manifestó que la reforma como está concebida, “va a terminar afectando a algunos sectores muy particulares que seguramente no van a tener como asumir algunos costos grandes que se generarán en especial, en los contratos de aprendizaje.”
Master señaló sobre esta situación que “Nosotros habíamos diseñado una versión intermedia que permitía no tener los costos relacionados con el desempleo, los costos relacionados eventualmente con la informalidad, que era básicamente generar las excepciones alrededor de las pymes y de las compañías pequeñas y medianas.
Por lo pronto, creemos que nos enfrentamos a una reforma laboral, que podría calificarse como de “alto riesgo”, puesto que sus efectos a largo plazo, podrían llevar al efecto contrario que se busca, puesto que se podría elevar los porcentajes del desempleo y producir de manera simultánea, una mayor informalidad.
Es lo que se vislumbra en medio de grandes preocupaciones, provocadas por varios de los puntos polémicos que acaban de ser aprobados, como el pago de las horas nocturnas, a partir de las 7 de la noche, en una medida que cobijará a todas las empresas sin excepción, grandes, medianas, pequeñas y micro.
Madres comunitarias, pagos de domingos y días festivos, las jornadas nocturnas a las que hacíamos referencia, la ayuda a las mujeres del campo y los horarios de trabajo, entre otros aspectos, estamos seguros que contienen muy buenas intenciones, pero a la vez, generan muchas dudas, que de manera obligada nos hacen acordar de otro conocido refrán: fue peor el remedio que la enfermedad”.

