Un pastor cristiano que ejercía liderazgo en una congregación de la vereda Costa Rica, en Ginebra, Valle del Cauca, fue judicializado y enviado a un centro carcelario por presuntamente agredir sexualmente a una menor de edad.
Los hechos se registraron el 15 de diciembre de 2024, cuando el acusado citó a la niña en su domicilio con el pretexto de ofrecerle orientación espiritual y preparar un ayuno. Aprovechando la confianza establecida con la familia, el hombre habría sometido a la menor a tocamientos indebidos en sus partes íntimas, delito por el cual fue imputado y no aceptó cargos.
La captura del pastor se realizó el 26 de junio de 2025 en vía pública del casco urbano de Ginebra, tras una operación coordinada por el Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) y la Policía de Vigilancia.
La Fiscalía, con sede en Buga, presentó pruebas contundentes que permitieron formular cargos por acto sexual violento agravado, tipificación que considera la relación de confianza y jerarquía entre agresor y víctima, agravando la responsabilidad penal del imputado. Durante las audiencias concentradas, el pastor se abstuvo de aceptar los cargos y fue enviado a prisión preventiva mientras avanza el proceso judicial.
El caso ha generado alarma en la comunidad local y ha sido destacado por organizaciones de protección de derechos de niños, niñas y adolescentes, que advierten sobre la especial vulnerabilidad de menores frente a personas en posiciones de autoridad espiritual o social.
La Fiscalía enfatizó que la investigación se fundamentó en la denuncia y testimonios de la familia, así como en exámenes forenses y psicológicos que corroboraron la agresión. La situación evidencia la necesidad de fortalecer los mecanismos de prevención, atención y judicialización de la violencia basada en género y contra menores en entornos comunitarios.