El hallazgo se dio en una vivienda urbana y evitó la posible fabricación de miles de minas antipersona
En un importante golpe contra las estructuras criminales que operan en el suroccidente del país, tropas del Grupo de Caballería Mecanizado N.º 3 del Ejército Nacional incautaron 3,8 toneladas de material explosivo en el municipio de Ipiales, Nariño.
Los elementos, hallados en una vivienda urbana tras labores de inteligencia, incluían más de 2.500 kilogramos de explosivos tipo emulsión, 800 kilos de mezcla explosiva industrial, 19.000 detonadores comunes, 31.000 metros de mecha de seguridad y 3.500 metros de cordón detonante. Según estimaciones técnicas, la cantidad incautada habría sido suficiente para fabricar al menos 38.000 minas antipersona.
El operativo fue liderado por la Tercera División del Ejército y se realizó de manera conjunta con el Grupo Especial Marte, encargado de destruir el material decomisado de forma controlada. Las autoridades atribuyen la propiedad del arsenal al grupo armado Comandos de Frontera, que actúa en los departamentos de Nariño y Putumayo, y tiene nexos con actividades ilegales como el narcotráfico y la minería ilegal.
Una amenaza latente en la frontera con Ecuador
Las autoridades advierten que este grupo, señalado por el reciente ataque a militares ecuatorianos en el que murieron 11 uniformados, ha intensificado su accionar violento en la región. También se le relaciona con enfrentamientos contra Los Choneros, otra organización criminal con la que disputa las rutas del narcotráfico en la frontera colombo-ecuatoriana.
El análisis del material incautado sugiere que, de no haberse destruido, habría representado un riesgo directo para más de tres millones de personas en zonas pobladas.
Víctimas por minas antipersona en aumento este año
Aunque Colombia ha reducido significativamente las cifras de víctimas por minas antipersona en la última década, el 2025 ya registra 64 personas afectadas por estos artefactos, lo que enciende alarmas sobre el resurgimiento de esta práctica por parte de grupos armados.
Los municipios con mayor número histórico de víctimas son Tumaco, Vistahermosa, Tame, Tarazá y San Vicente del Caguán, todos territorios golpeados por la violencia y con presencia de organizaciones ilegales.