Juan Diego ‘La Máquina’ Ortiz, campeón mundial de boxeo en Turquía

En un hecho histórico para el deporte colombiano, el boxeador nariñense Juan Diego ‘La Máquina’ Ortiz se consagró campeón mundial en la división de los 72.4 kilogramos (160 libras) de la Comisión Mundial de Boxeo.

El combate se realizó en la ciudad de Estambul, Turquía, donde el tumaqueño noqueó al local Sernat Güler en el segundo asalto, sorprendiendo a su rival.

Ortiz, con potencia y precisión, impuso su estilo desde los primeros minutos del combate. Aunque Güler arrancó con una ofensiva sólida, su plan se vino abajo tras recibir un devastador derechazo del colombiano, quien demostró por qué es apodado “La Máquina”.

La revancha

La contundente victoria en suelo extranjero ha desatado celebraciones en su natal Tumaco y en todo el departamento de Nariño. Pero el camino del púgil no termina ahí: se ha pactado una revancha para diciembre de 2025 en la ciudad de Pasto. Si Ortiz vuelve a salir vencedor, obtendría el derecho de enfrentar a Samuel “Canelo” Álvarez, actual campeón mundial indiscutido de esta categoría.

Más allá de su hazaña internacional, la historia de Juan Diego Ortiz es también reflejo de lucha y perseverancia. A pesar de ser múltiple campeón nacional y una figura del boxeo colombiano, el deportista entrena en condiciones precarias, sin un escenario adecuado en Pasto y subsistiendo como mototaxista para sostener su carrera y su familia.

Proceso

Este título es también un triunfo para la liga de boxeo de Nariño, que sin recursos ni infraestructura adecuada, continúa formando talentos que dejan en alto el nombre del país. El caso de Ortiz resalta la necesidad urgente de inversión en el deporte regional y en la dignificación de sus atletas.

Ortiz se ha convertido en un símbolo de resistencia y excelencia deportiva, y su victoria en Turquía es apenas el inicio de una prometedora carrera internacional. El pueblo nariñense y toda Colombia lo celebran como un nuevo campeón del mundo.

El combate

En una noche que prometía gloria para el boxeo turco, fue un colombiano el que se robó la escena. Juan Diego Ortiz, nacido en Pasto y apodado “La Máquina”, derribó con contundencia al ídolo local Serhat Güler en el segundo asalto y se coronó campeón internacional plata del Consejo Mundial de Boxeo (WBC) en el peso mediano.

Lo hizo en el corazón del Sinan Erdem Sport Complex, ante una multitud que esperaba ver el renacimiento de su figura nacional. Pero el que resurgió fue otro: un guerrero andino que peleó con corazón, hambre y patria.

Era la primera vez que el cinturón plata del WBC se disputaba en suelo turco. La velada, organizada por la promotora Mega Fight Arena, reunió a los máximos referentes del boxeo local, con figuras como Ahmet Öner, Levent Çukur, Serdar Avcı y Tuncay Tavukçu presenciando el espectáculo. Todo estaba preparado para una noche inolvidable para el boxeo turco. Y lo fue, pero no como esperaban.

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Güler de 29 años y originario de Estambul, venía de una dolorosa derrota en una pelea benéfica frente al argentino Martín Ezequiel Bulacio. Esa mancha encendió las alarmas en su esquina, y el descenso a la categoría mediana parecía un intento desesperado por recuperar terreno. Con 157.8 libras en la báscula y una racha de tres victorias en sus últimos cuatro combates, el turco parecía en condiciones de imponer condiciones. Pero en frente estaba un rival tan desconocido como peligroso.

Juan Diego Ortiz llegó con bajo perfil a Estambul. Sus nueve victorias previas fueron en el circuito sudamericano y su nombre apenas figuraba en los radares internacionales. Pero detrás de su ficha modesta había un pasado combativo: había intentado clasificar a los Juegos Olímpicos en Italia y Tailandia, sin lograrlo, pero ganando experiencia invaluable. Con 167.5 libras y mayor envergadura física, La Maquina llegó dispuesto a aprovechar su oportunidad.

Desde el primer asalto, Ortiz mostró lo que había venido a hacer. Güler tambaleó temprano, sorprendido por la potencia y el ritmo del colombiano. El segundo asalto fue decisivo: un golpe demoledor lo mandó a la lona. Aunque el turco logró ponerse de pie, el castigo continuó sin tregua. El árbitro alemán Jürgen Langos detuvo la pelea de inmediato, decretando el nocaut técnico y la victoria del colombiano.