Desde los paisajes andinos hasta los dolores profundos de la violencia, su voz ha sabido abrazar con sensibilidad la realidad que nos rodea. Esta cantora popular, con más de dos décadas de recorrido, inició su camino en la agrupación Quinto Elemento, pero fue en 2021 cuando decidió tomar el rumbo propio, impulsada por la necesidad de alzar su voz con nombre propio. Su obra nace del corazón: canta al amor en todas sus formas, a sus hijos, a sus padres, a las compañeras de vida y de canto.
Su participación en la convocatoria Cantautoras por la paz marcó un punto de inflexión: fue el inicio de un proceso colectivo, sororo y revolucionario que rompió estereotipos en un mundo musical históricamente machista. Junto a la mesa de trabajo de Cantautoras y Compositoras del Sur
Cada canción que compone y canta es una declaración de principios: busca conmover, despertar conciencia y sembrar esperanza. Su música no solo es arte, es resistencia y compromiso. Ella no canta por cantar: canta para transformar, para construir, para honrar la vida con belleza y profundidad.