El Movimiento Juan XXIII conmemoró 55 años de su fundación y celebró 20 años de presencia activa en la ciudad de Ipiales, consolidándose como una de las comunidades más representativas dentro de la Iglesia Católica en esta región del sur del país.
Desde su llegada al municipio, esta organización laical ha venido trabajando en la formación espiritual, la evangelización y el fortalecimiento de valores cristianos a través de encuentros, misiones, retiros, jornadas de oración y servicio comunitario. Durante estas dos décadas, el Movimiento ha impactado a cientos de familias ipialeñas, consolidando una red sólida de evangelizadores y fieles comprometidos.
Encuentro internacional
Como parte de esta conmemoración, se llevó a cabo en Ipiales un importante encuentro de retiros parroquiales, que contó con la participación de delegaciones provenientes de distintas regiones del país y del exterior. El evento, de carácter nacional e internacional, tuvo como objetivo principal renovar el espíritu evangelizador de los integrantes del Movimiento Juan XXIII y reforzar su papel activo dentro de las parroquias locales.
Durante los días del encuentro, se desarrollaron momentos de oración comunitaria, formación doctrinal, testimonios de vida y celebraciones eucarísticas, todo ello enfocado en profundizar la fe de los participantes y fortalecer los lazos de hermandad entre las distintas comunidades representadas.
Compromiso
La jornada también contó con el acompañamiento espiritual de sacerdotes como el Padre Ángela Meneces y el Padre Daniel Londoño, quienes guiaron reflexiones, momentos de confesión y celebraciones litúrgicas. De igual forma, se destacó la labor organizativa de líderes locales como Nubia Velázquez, referente del Movimiento en la ciudad de Ipiales, quien ha sido clave en la consolidación del proceso en esta zona del departamento.
El Movimiento Juan XXIII se caracteriza por promover una vida cristiana renovada, basada en la conversión personal y el servicio a los demás. A través de la metodología del retiro de impacto, ha logrado transformar la vida de miles de personas que, tras vivir esta experiencia, deciden continuar un proceso de formación y participación activa en la vida parroquial.

