El presidente del sindicato de trabajadores de la Administración Municipal, Armando Rodríguez, afirmó que hubo corrupción, falta de garantías y manipulación.
El presidente del Sindicato Único de Empleados de la Administración Municipal de Ipiales (Sunet), Armando Rodríguez, denunció públicamente una serie de irregularidades que, según él, evidencian corrupción e injusticia en el reciente concurso de méritos que se desarrolló el pasado fin de semana en el municipio.
Rodríguez señaló directamente a la Administración Municipal como responsable de las inconsistencias al momento de estructurar el concurso, y aseguró que los sindicatos fueron ignorados en el proceso de construcción de los manuales de funciones y levantamiento de las cargas laborales. A su juicio, esto vulnera los principios de igualdad y meritocracia que deberían regir este tipo de procesos.
Cargos
Uno de los aspectos más críticos, explicó Rodríguez, es que no se realizó un levantamiento adecuado de las cargas laborales, lo cual conlleva a que diferentes cargos, aunque se encuentren en la misma categoría salarial, tengan funciones totalmente distintas.
“Vamos a poner un ejemplo claro: el auxiliar administrativo de la Comisaría de Familia no tiene ni por cerca las mismas funciones que un auxiliar administrativo del Sisbén, y este tampoco realiza el mismo trabajo que un auxiliar de Movilidad o de Planeación. Sin embargo, todos están clasificados con el mismo grado, reciben el mismo salario y aparecen con las mismas funciones genéricas en los manuales, lo que resulta absurdo e injusto”, explicó el dirigente sindical.
Esta falta de diferenciación, según Rodríguez, no solo desmotiva a los trabajadores, sino que también afecta directamente la eficiencia del servicio público. “Estamos hablando de responsabilidades diferentes, niveles de carga laboral distintos, y competencias específicas que no se están reconociendo ni respetando”, añadió.
Fallo
El líder sindical recalcó que, según la normatividad vigente en materia de carrera administrativa, el proceso correcto es iniciar con un estudio individualizado de las funciones reales que desempeña cada servidor público. A partir de ese análisis, se deben ajustar los manuales de funciones para que reflejen con claridad lo que cada cargo implica.
“Los manuales son herramientas técnicas fundamentales, porque a partir de ellos se mide y califica el rendimiento de los funcionarios cada seis meses. Si están mal elaborados, todo el sistema de evaluación se viene abajo. Y eso es lo que está ocurriendo aquí: hay una improvisación peligrosa”, advirtió Rodríguez.
También afirmó que, al ignorar esta etapa esencial, el Municipio no solo incurre en una falta técnica, sino que vulnera derechos fundamentales de los trabajadores. “La gente se presenta a un concurso sin saber realmente a qué funciones va a enfrentarse, porque no están bien definidas, y eso abre la puerta a decisiones arbitrarias y manipulaciones internas”, puntualizó.
Llamado a la legalidad
Armando Rodríguez enfatizó que Sunet no se opone a los concursos de mérito, pero sí exige que estos se realicen en condiciones de equidad y transparencia. “El problema no es el concurso, sino cómo lo están manejando. Se firmó un contrato con la Comisión Nacional del Servicio Civil, sí, pero sin garantizar que previamente se hiciera el trabajo técnico que corresponde”, denunció.
Finalmente, hizo un llamado a los entes de control, a la Procuraduría y a la ciudadanía en general para que se inicie una investigación que permita esclarecer si existieron o no actos de corrupción en la estructuración y ejecución del concurso. “No permitiremos que se siga jugando con la carrera administrativa ni con los derechos de los trabajadores. Exigimos transparencia, legalidad y respeto”, concluyó el presidente de Sunet.