El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó que Irán e Israel habrían alcanzado un acuerdo para detener temporalmente las hostilidades, en lo que calificó como un “alto el fuego”. Este anuncio se conoce poco después de que fuerzas iraníes lanzaran misiles contra una base militar estadounidense en Catar, en represalia por los recientes bombardeos estadounidenses a complejos nucleares iraníes.
El conflicto en la región ha escalado a niveles alarmantes. A raíz de los ataques liderados por Washington sobre infraestructuras atómicas de Irán, Israel emprendió una ofensiva de gran escala sobre Teherán este lunes, impactando lugares estratégicos como la prisión de Evin y un centro de operaciones de la Guardia Revolucionaria. Las autoridades iraníes advirtieron sobre posibles represalias “graves e impredecibles”, lo que ha encendido alertas globales sobre una posible expansión bélica, interrupciones en el comercio petrolero y un riesgo nuclear latente.
Cinco claves para entender la situación actual:
- Bombardeo sobre la capital iraní: Las fuerzas israelíes atacaron duramente Teherán, con impactos directos en la cárcel de Evin y en instalaciones clave de la Guardia Revolucionaria. Además, volvió a ser blanco el complejo nuclear de Fordo.
- Irán redobla su amenaza: Altos funcionarios iraníes advirtieron que cualquier base estadounidense en Medio Oriente podría convertirse en blanco legítimo. Anticipan una respuesta contundente y fuera de lo esperado.
- Alarma internacional por el estrecho de Ormuz: Tanto China como la Unión Europea expresaron su preocupación por una posible interrupción en este corredor vital para el comercio petrolero. Washington solicitó a Pekín intervenir diplomáticamente para contener a Teherán.
- Rusia respalda a Irán: El presidente Vladimir Putin condenó las acciones militares de Estados Unidos, calificándolas como una “agresión injustificada”. Por su parte, Irán acusó a EE. UU. de enterrar cualquier posibilidad de diálogo sobre su programa nuclear.
- Llamado urgente del OIEA: La Agencia Internacional de Energía Atómica exigió acceso inmediato a los sitios iraníes afectados para verificar los niveles de enriquecimiento de uranio, que actualmente superarían el 60 %.

