La madrugada del pasado domingo 22 de junio terminó en tragedia para una familia pastusa. A las 4:30 a. m., en plena vía Panamericana, sector norte de la ciudad y a pocos metros del supermercado Andino, se registró un grave accidente de tránsito que cobró la vida de Jaime Andrés Ruiz Guerrero, un joven motociclista que, según reportes oficiales, conducía en estado de embriaguez.
Testigos del hecho relataron que la moto se desplazaba a alta velocidad por el corredor vial, uno de los más transitados de la ciudad, cuando el conductor perdió el control del vehículo y terminó estrellándose con fuerza contra un poste del sistema de energía pública. El impacto fue tan violento que Ruiz Guerrero falleció en el lugar, producto de un trauma craneoencefálico severo.
Recolección de pruebas
Minutos después del siniestro, patrullas del cuadrante y unidades de Policía Judicial acudieron al sitio para realizar el levantamiento del cuerpo y la recolección de pruebas que permitan esclarecer con mayor precisión los hechos. La escena fue acordonada mientras se realizaban las diligencias correspondientes.
“Los hechos sucedieron al conducir en aparente estado de embriaguez, colisiona contra un poste de energía y pierde la vida con el diagnóstico de trauma cefálico severo. Caso positivo para Fiscalía”, confirmaron las autoridades.
El cuerpo fue trasladado a la sede de Medicina Legal, donde se le practicaron las pruebas toxicológicas de rigor. De manera preliminar, las autoridades han señalado que el examen arrojó resultado positivo para alcohol, lo que compromete directamente la causa del siniestro.
Un drama
El caso de Jaime Andrés Ruiz no es un hecho aislado. Según datos de la Secretaría de Tránsito Municipal, en lo corrido del año más del 60% de los accidentes mortales en la ciudad han estado asociados al consumo de alcohol por parte de conductores, especialmente de motocicletas, el medio de transporte más utilizado por los jóvenes.
Durante fines de semana y madrugadas, se reporta un incremento alarmante en los accidentes viales. Entre enero y junio de 2025, se han registrado más de 120 siniestros viales con víctimas, y al menos 18 personas han perdido la vida en circunstancias similares a la de este caso reciente.
Jaime Andrés, según conocidos, era una persona alegre, trabajadora y cercana a su familia. Esa madrugada, como tantos otros, salió a compartir con amigos. Pero el regreso se convirtió en un trayecto sin retorno. No hubo más abrazos, ni más mañanas, ni más risas en su hogar. Este accidente no solo destruyó una moto. Destruyó planes, sueños, vínculos y esperanzas. Como lo han dicho los expertos en seguridad vial: «conducir bajo los efectos del alcohol no es solo un acto ilegal, es una ruleta rusa que cada vez cobra más víctimas».